Las piernas de Egan Bernal están llenas de cicatrices. Cuando va en una bicicleta, a 60, 70, 80 kilómetros por hora, no se le notan. Sin embargo, si uno lo tiene cerca, se ven los lugares, por encima de la rodilla, donde le hicieron las incisiones con las que los médicos de la Clínica de la Universidad de La Sabana repusieron su rótula derecha y el fémur rotos tras el accidente que sufrió mientras entrenaba por Cundinamarca el 24 de enero de 2022.
Sin embargo, esas marcas no se le ven cuando compite. Tampoco se le nota que, según un estudio realizado por médicos de la Universidad de la Sabana con su historia clínica –el deportista dio autorización–, la gravedad de su lesión fue de 41 puntos, por lo que la posibilidad que tuvo de morir cuando entrenaba para competir por el podio del Tour de Francia del 2022 fue del 60%.
¿Qué contó Egan Bernal sobre su accidente después de ganar la etapa 16 de La Vuelta a España?
Por fortuna, el golpe que se dio contra el carro de transporte público no fue de frente. Bernal recibió el impacto de lado. Por eso, la parte derecha de su cuerpo fue la que más sufrió cuando se detuvo, de manera abrupta, la carrera de más de 60 kilómetros por hora que llevaba sobre la bicicleta.
Sin embargo, Egan no pensó que la situación tuviera la magnitud con la que resultó. “Cuando yo me caí, lo que pensaba fue: me fracturé el fémur, las costillas, algo de la espalda porque me está doliendo mucho, pero no pensé que fuera tan grave. Cuando entré al hospital pedí que me durmieran porque el dolor era insoportable. Pero nunca pensé que había estado tan cerca de la muerte y de no poder caminar, siquiera”, manifestó en diálogo con ESPN después de ganar, este 9 de septiembre, la etapa 16 de la Vuelta a España 2025.
Mientras lo durmieron, Bernal, que para entonces competía palmo a palmo con Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard por el puesto de mejor ciclista del mundo, fue sometido a varias cirugías con las que los médicos lograron salvarle la vida. Cuando se despertó, algunos días después, le contaron todo lo que había pasado. La gravedad el accidente lo emocionó.
“Ahí me di cuenta de lo vulnerable que uno es como persona. Que quizás un día uno puede estar en lo más alto y al otro día en lo más bajo. Pasé de preparar la carrera más grande del mundo, de ser el Egan Bernal que había ganador el Tour, el Giro, quizás de los mejores del mundo, al otro día estar en una camilla y mi mamá cambiándome los pañales, como cuando era pequeño”, concluyó Bernal, quien empezó fisioterapia después de tres días de recuperación.
Ahora, con más experiencia, una sencillez que desborda, así como con una fuerza que nadie además de él y los suyos sabe de dónde sale, Bernal, quien estuvo cerca de perder la vida, quien con su proceso de recuperación derribó “las pocas” posibilidades que tenía de volver a ganar, demostró de nuevo, en España, que está hecho de un “material” diferente al de los humanos promedio y que su destino es ganar: a la muerte, a sus rivales.