viernes
7 y 9
7 y 9
Los entrenadores colombianos, para más señas antioqueños, están de moda en Panamá. Primero fue Hernán Darío Gómez quien clasificó por primera vez a ese país a una Copa Mundo Fifa y ahora Richard Parra, campeón con el Chorrillo F.C. en el torneo Apertura de ese país.
Del Bolillo, que en Rusia-2018 tendrá como rivales a Bélgica, Inglaterra y Túnez, se sabe de su capacidad táctica, astucia en el manejo de jugadores y recorrido internacional. Y de Parra, el conocimiento del balompié canalero, del que se había ausentado los últimos cuatro años para regresar a Colombia.
El último club en el que trabajó hasta 2016 fue Molino Viejo, una filial del Once Caldas en la ciudad de Medellín, en divisiones menores.
Parra retornó hace cuatro meses y medio a Panamá y con un elenco humilde, en el que actúan sus compatriotas Elkin Mosquera, Manuel Vargas, Juan Esteban Ganizita Ortiz, Sergio Sierra y David Loaiza, este último conocido como el Indio en Medellín y el único que no había jugado en la rama profesional, superó a Árabe Unidos, uno de los clubes más grandes de esa nación -tiene 15 títulos-.
El sábado en la noche, Chorrillo venció por 5-1 en el cierre del torneo Apertura y esto le permitió a Richard llegar a siete coronas en esa liga. Las anteriores fueron con Árabe Unido: Apertura y Clausura de 2001, Apertura de 2002, Apertura de 2008, y Clausura 2009 y 2010.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Parra manifestó que tenían al frente al rival más fuerte y que era el favorito, dirigido por otro colombiano, Sergio Jeringa Guzmán.
“Logramos este objetivo y estoy feliz y agradecido con Dios porque con esta victoria me convierto en el entrenador más ganador en la historia de este país y eso me llena de emoción y orgullo en lo personal y en lo profesional”, comentó este hombre de 49 años, criado en el barrio El Socorro, San Javier, en la Comuna 13, al occidente de Medellín.
El estratega contó que en varias ocasiones estuvo cerca de orientar la Selección absoluta de Panamá y nunca se concretaron. Ha tenido ofertas de El Salvador y Honduras, pero confesó que su ilusión es dirigir en Colombia: “Es un círculo muy cerrado y si no tenés alguien que te empuje, es difícil”. Lo que sí tiene claro es que a donde vaya irá siempre con la meta de brindar satisfacciones como la que disfruta Chorrillo.