Medellín arrancó muy bien y por el juego que exhibía ante el Huila, en los primeros minutos del juego, se pensaba en una victoria. Además, Juan Fernando Caicedo, a los 29 minutos, puso la ventaja; sin embargo, al final todo fue una ilusión, pues el Poderoso cayó 2-1.
Los primeros 45 minutos del DIM fueron brillantes, con muchas llegadas al arco de Bréiner Castillo, pero sin la efectividad para irse ganador por más goles.
Y cuando el reloj marcaba los 30 minutos, ya el calor y la humedad en Neiva hacían mella en varios jugadores del elenco de Luis Zubeldía.
Muy temprano, en el arranque del segundo tiempo, el delantero Cristian Cangá, igualó las acciones, tras pase de Andrés Ricaurte que expuso las fallas rojas en defensa y que le pasaron factura al cuadro antioqueño.
Ya con el juego 1-1 y un Medellín sin reacción, el Huila tomó confianza y antes de que el visitante pudiera retomar el control del juego, de nuevo Cangá dejó en el camino a Jorge Arias y sacó un potente remate que no pudo contener David González para el 2-1.
Con el paso de los minutos, la chispa y la magia de Juan Fernando Quintero se fueron diluyendo. Por ello, el técnico envió al campo a Mauricio Molina.
Precisamente Molina estrelló un cabezazo en el arco de Castillo y se ahogó el grito de gol. Era el empate para los visitantes, cuando transcurrían 75 minutos de juego.
Al final, el Poderoso no pudo, y el equipo exhibió muchas dudas en defensa, zona que se vio en apuros para frenar a los potentes y rápidos delanteros opitas.
David González salvó dos opciones de peligro y con la caída del sol llegó el final del compromiso, el primero que pierde el Medellín en la Liga-1 y que seguro dejó preocupado al técnico por las recurrentes fallas de sus hombres.
En Neiva, aunque se crearon muchas opciones por las bandas, los centros de Marlon Piedrahíta nunca fueron acertados y el visitante terminó sumando su primera derrota.
Ahora el Poderoso regresa a Medellín para preparar el duelo del próximo sábado, previsto para las 8:00 p.m. en el Atanasio Girardot, donde aguarda reivindicarse.