El nuevo presidente del Medellín, Michael Gil Gómez, de 50 años de edad, no pudo hablar ayer con este diario, según el club, por una agenda muy ocupada en medio del empalme, lo que significa que inició con el pie en el acelerador su administración. Hoy, atenderá a los medios en la sede de entrenamiento del club en el Oriente antioqueño.
Sin embargo, Gil Gómez se presentó en un video que compartió el conjunto rojo en las redes sociales y allí habló sobre su experiencia en el campo administrativo y los planes que tiene con el elenco antioqueño. “Soy de familia paisa, tengo dos hijos, uno de 18 y otro de 15, estoy casado desde hace 23 años con una médica dermatóloga”.
Dijo que sus pasiones son, además de su familia, el fútbol, la música y el cine.
Respecto a sus estudios comentó lo siguiente: “Mi formación profesional es administrador de negocios, especialización y maestría en Negocios Internacionales”.
Sobre su trayectoria manifestó haber estado en el Grupo Sura, Orbis, Viva Air Colombia y Alumina S.A. “Han sido múltiples industrias y he trabajado como administrador en ellas por más de 27 años”.
Se nota que tiene claros sus desafíos: “Trabajar con compromiso, mantener el respeto por el equipo, que siga como un grande dentro del fútbol colombiano y hay que empezar a soñar en el contexto internacional”.
También reveló su plan de desarrollo con la institución.
“Se encamina en conocer y reconocer el equipo, desarrollar su parte deportiva con profundidad y seriedad y a trabajar con las personas que conforman la organización para construir día a día el futuro que queremos para ella”.
Mientras que el objetivo sigue siendo el de trabajar con compromiso, seriedad y respeto por la organización. El directivo llega a relevar en la función al máximo accionista del club, Raúl Giraldo, quien se venía desempeñando en el cargo después de la renuncia de Eduardo Silva Meluk en enero del presente año para ejercer como asesor del Inder Medellín.
Michael llega en medio del momento de tensión, en lo deportivo, más grande que experimenta el club en este semestre. El equipo no gana desde el pasado 19 de agosto y los hinchas muestran su inconformidad con el manejo que se le ha dado desde lo dirigencial.
José David Castrillón, uno de los líderes de la barra Rexixtenxia Norte, manifiesta que, por las referencias, se nota que es un empresario calificado, pero que habrá que esperar cómo lo hace en el aspecto deportivo. “No demeritamos su llegada, pero sí debe cumplir con otra exigencia que es la gerencia deportiva. Ojalá lo dejen trabajar”.
Mientras que un referente e ídolo del club, Mauricio Molina, analiza que la llegada de Gil Gómez puede ser el inicio de una mejor etapa para el club. “Se puede empezar a enderezar desde lo administrativo. Se empezó por la cabeza y ojalá se tenga un orden en ese nivel. Está agarrando a un club en un momento de crisis difícil, con una hinchada que ha estado volcada en contra de los dirigentes y a él le va a tocar recomponer ese camino”.
Agrega Mao que el desafío más importante para el nuevo presidente será el de demostrar que tiene la capacidad de manejar una empresa deportiva, un ámbito nuevo para él. “Lo bueno es que es una persona que llega descontaminada y a labrar su propia ruta, con ideas frescas y eso puede ayudar en este momento de necesidad del equipo”.