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El Medellín, que desde 2014 había sido protagonista en alguna de las rondas finales de la Liga Águila, cortó su racha en 2019 al ser eliminado de manera anticipada en los torneos del primer y segundo semestres.
Solo en tres temporadas completas desde que se implementaron, en 2002, los escarlatas han quedado al margen. En 2011, 2013 y la actual.
Ahora solo le queda luchar por el título de la Copa Colombia, cuya final comenzará este sábado ante Cali en Palmira.
Este martes en la noche, luego de una racha de 5 victorias consecutivas (4 de Liga y una de Copa Águila) y 9 fechas de invicto en ambos certámenes, llegó ilusionado al Atanasio Girardot, pero el empate 1-1 ante el Tolima lo dejó con las manos vacías, a pesar de acumular 31 puntos.
Necesitaba ganar y no lo consiguió a pesar del esfuerzo de sus jugadores, ante un rival que supo aguantar y, con inteligencia, logró el resultado que lo puso en la siguiente ronda.
En la retina del aficionado quedó la sensación de que el DIM mereció más porque siempre tuvo la iniciativa y además del gol de Germán Ezequiel Cano, de penalti, en el segundo tiempo, estrelló dos remates en el palo por intermedio del Matador y de Andrés Ricaurte. Solo que el rival tuvo paciencia y aceleró al final para marcar la paridad e inclusive, estrellar un remate en el palo.
Durante la rueda de prensa el técnico Aldo Bobadilla, quien logró levantar el equipo en lo anímico y lo futbolístico cuando todos lo daban por eliminado, lamentó el desenlace de anoche: “Hicimos un gran esfuerzo en este remate de campeonato y en esta ocasión el gasto en el partido, creamos muchas opciones de gol, pero no tuvimos la fortuna de concretar más goles para el triunfo. Todos estamos dolidos”, comentó, coincidiendo con Déinner Quiñones en que “la pelota no quiso entrar”.
Más allá de lo sucedido anoche, cuando la entrega de los futbolistas no mereció reparos, a la hora de los balances hay que señalar que la eliminación del equipo rojo no se dio en este juego.
El déficit surgió al comienzo del campeonato cuando el grupo no alcanzó la sincronización necesaria bajo las órdenes del técnico colombiano Alexis Mendoza y los jugadores tuvieron mucha responsabilidad. Como consecuencia, derrotas en casa contra Junior (0-1), Rionegro (1-2), Nacional (1-4) y Millonarios (1-2), cuyos puntos ahora se añoran.
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Técnico: Alberto Gamero
Jugadores: William Cuesta; Nilson Castrillón, Julián Quiñones, José Moya, Danovis Banguero; Bernaldo Manzano, Carlos Robles, Jaminton Campaz, Ánderson Plata (Sergio Mosquera, 80’), Leyvin Balanta (Ómar Albornoz, 55’) y Jorge Ramos (Diego
Valdés, 64’).
Gol: Jaminton Campaz (74’).
Figuras: Cuesta y Campaz.
Expulsados: ninguno.