Todo o nada. A este reto se enfrenta hoy (5:30 p.m.) el Medellín en El Campín cuando dispute el juego de vuelta de la final de la Liga Postobón-2, ante Santa Fe, en una serie que está perdiendo por 2-1 tras el duelo en el Atanasio.
El único camino que tiene el Poderoso para no quedarse con las manos vacías en una temporada que lo vio resurgir luego de tres eliminaciones consecutivas, es ganar.
Si suma los tres puntos, independiente del desenlace del título, asegurará un cupo en la Copa Suramericana de 2015. Pero si lo consigue por una buena diferencia (más de dos goles porque con un empate obliga a la definición con penaltis), no solo levantará la copa, sino que cambiará el tiquete de la Suramericana por uno de la Libertadores-2015.
“Hemos hecho un gran esfuerzo y ahora que tenemos el campeonato cerca no podemos dejarlo ir”, aseveró el mediocampista Christian Marrugo, que también jugó en el Santa Fe y conoce muy bien la plaza capitalina.
Para Vladimir Marín, la motivación del equipo esta en un punto alto: “apenas van 90 minutos, un primer tiempo como se dice, y con este resultado que es de los más traicioneros que existen; vamos de tú a tú, hay actitud y esperamos no cometer los mismos errores del último partido”.
El DIM, acostumbrado a grandes remontadas, a retos y sufrimientos, juega hoy su partido más importante del semestre. En El Campín, con 50 mil hinchas en contra, quiere el premio mayor y sabe que para conseguirlo no tiene margen de error.
