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Su apariencia lo hace único. Siempre lleva gafas, usa mangas y un corte de cabello fuera de lo común. Le gusta ser diferente, auténtico, alegre y optimista, eso lo lleva en la sangre. De ahí que tenga una fe ciega en que con sus compañeros de equipo llegarán fuertes a los Olímpicos de Tokio-2021, a pesar de todas las adversidades generadas por la pandemia.
Jhon Alejandro Perlaza, integrante del relevo nacional de 4x400, aprovecha el tiempo de cuarentena para trabajar fuerte en busca de mejorar sus tiempos y perfeccionar su inglés, retos que copan sus días lejos de casa.
Él, que fue sensación junto a Anthony Zambrano, Jhon Solís y Diego Palomeque en los pasados Juegos Panamericanos de Lima-2019, al ganar la medalla de oro, y en el Mundial de Doha, en el que terminaron cuartos, les envía la mejor energía a sus compañeros que llevan dos meses sin entrenar, pues quiere que se mantengan fuertes mentalmente para el regreso a prácticas.
“No es fácil porque al otro lado del teléfono están ellos, con la angustia de no poder entrenar (apenas desde hoy están autorizados), mientras yo sigo acá a doble ritmo en la pista, tratando de bajar mis tiempos, pues esa es la meta que nos hemos puesto como equipo, llegar en el mejor nivel a los Juegos”, dice el atleta que se radicó en Estados Unidos, para estudiar y entrenar.
Al inicio de la pandemia viajó de La Florida a Virginia para aprovechar el espacio que la universidad le ha dado para moverse en la pista, habilitada para los deportistas de alto rendimiento.
“Todos los días hago trabajos diferenciados de fondo, velocidad y resistencia, con el programa que me envía mi entrenador Nelson Gutiérrez”, menciona.
Su alegría se esconde un poco al recordar todo lo que han dejado de hacer por la crisis sanitaria: “Es duro la cancelación de los torneos, teníamos una agenda muy fuerte porque la meta era medirnos con los mejores ya que solo así se sigue creciendo. Pensábamos ir a Francia, Portugal, Italia, España, varias competencias en Estados Unidos, el Mundial bajo techo que era en marzo, pero todo fue cancelado”.
Por ahora, Jhon Alejandro aprovecha los espacios para seguir con su preparación. En sus tiempos libres estudia inglés, de forma virtual, y en la distancia anhela que sus amigos puedan retomar la actividad para, juntos, hacer historia.
“Tenemos que trabajar duro para recuperar estos meses e ir a Japón en las mejores condiciones; ellos son fuertes, profesionales, y ya hemos pasado momentos difíciles, pero también crecimos unidos, así que estoy seguro de que van a darlo todo por recuperar rápido el nivel deportivo”.
Desde Estados Unidos también está pendiente de su familia que vive en Cali. Por video-llamadas hablan todos los días, les pide que se cuiden, que estén en casa, pues otro de sus anhelos es, cuando vuelva la normalidad, viajar para disfrutar el sancocho que hace su abuela