La tenista checa Sara Bejlek, de 16 años de edad, causó polémica en la ronda preliminar del Abierto de Estados Unidos por la forma en la que festejó, al lado de su padre y entrenador, su victoria en el duelo contra la jugadora británica Heather Watson.
Bejlek, que se impuso el pasado viernes con parciales 3-6, 6-4 y 7-5, aseguró de esta manera la clasificación al cuadro principal del último Grand Slam de la temporada. Después de un apretón de manos con su rival, todo iba normal hasta el encuentro, en un costado de la pista, con su padre Jaroslav Bejlek.
En medio del júbilo, su padre la abrazó pero luego no solo le dio unas 14 palmadas en la cadera sino también un beso en la boca.
Seguidamente el entrenador de la deportista, Jakub Kahoun, la abrazó y a la vez le tocó varias veces el trasero. El video no tardó en viralizarse.
No obstante, y tras quedar eliminada del certamen el lunes ante la rusa Liudmila Samsónova por 6-3 y 6-1, salió al paso de las críticas.
Primero habló de su experiencia en el certamen.
“Fue una gran experiencia y estoy muy feliz por el US Open. Ya estoy deseando que lleguen los próximos torneos. Tuve buenos resultados, pero esta oponente realmente creía en sí misma. Estaba cabalgando sobre una gran ola y no pude hacer mucho con ella”, dijo Sara Bejlek en declaraciones difundidas por el portal checo iSport.
Luego tocó el tema por el que es tendencia, y aseguró que esto no se volverá a repetir.
“Por supuesto que vi el video. Fue una reacción espontánea de todo el equipo. Ciertamente puede parecer inconveniente e incómodo para algunos, pero ya lo hemos discutido con el equipo. No volverá a suceder”.
Y agregó: “Papá es papá y siempre lo será. Y conozco a mi entrenador desde que tenía ocho años. Si algo similar sucediera en la República Checa, nadie se ocuparía de ello. Pero como estamos en Estados Unidos, todo el mundo lo comenta. Pero como digo, hablamos y no volverá a suceder”.