Las matemáticas, su materia favorita del colegio, han vuelto a Justo Batista García un niño calculador y estratégico.
Manejando una posición vigilante y una postura rígida, Justo reparte órdenes a sus compañeros de San Andrés en la séptima edición del Babybéisbol.
Desde los siete años mostró una habilidad especial para agarrar la pelota. “Vas a ser un gran receptor porque tienes una técnica diferente”, le expresó un tío, quien fue el ejemplo y el mentor del niño en la actividad muscular.
Con estas palabras como inspiración, inició su camino deportivo usando el guante grande y parándose detrás de uno de los ampayer (árbitro). “No me ha ido mal bateando, pero mi comodidad va agarrando la pelota”, confiesa.
El delegado del conjunto del archipiélago, Luis Méndez, resalta que lo que más le gusta de Justo es la pasión y el amor con el que disputa cada encuentro.
Por eso el joven de 11 años, quien también intentó suerte en el fútbol, sueña con seguir progresando en el béisbol y convertirse en un profesional. Admite que está impresionado con el nivel del torneo y que “quiero ser uno de los embajadores de las islas en el deporte y figurar como un gran receptor”.