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Juan Esteban “Chilo” Sarmiento ya vive odisea del Dakar
El representante nacional vuelve a sufrir antes de iniciar la tradicional carrera. La falta de presupuesto es su mayor trauma.
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La mejor presentación de Juan Esteban Sarmiento en Dakar fue en 2014, tras terminar en la casilla 58. Su presencia en la veniera edición es incierta. FOTO CORTESÍA
20 de noviembre de 2016
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Aunque restan 43 días para el arranque de la edición 39 del Rally Dakar, la competencia más salvaje del mundo, el piloto colombiano Juan Esteban “Chilo” Sarmiento ya vive una odisea.
Es tan difícil la prueba que atraviesa, que antes de que se inicie la carrera está a punto de desistir de ella por una razón que, así como a otros, ha sido su dolor de cabeza cada año: la falta de patrocinios.
De hecho, por la misma causa, sus compatriotas, los hermanos bogotanos Daniel y Mauricio Pereira, luego de ensamblar el auto, terminaron diciendo adiós al sueño competitivo porque las cuentas no les dieron.
“El tiempo se me acabó y estoy tocando puertas por todos lados para concretar el presupuesto”, expresa con angustia Sarmiento, uno de los colonizadores criollos en este certamen, en el que aún guarda la esperanza de competir, en motos, por quinta vez.
Pese a la incertidumbre, cada jornada, en medio de las actividades que realiza para recoger el dinero que le hace falta, sale a entrenar en su vehículo. “Esto me ayuda a desestresarme, a mantener el ritmo, pues si resulta el viaje cómo voy a correr si no hay aire, si no hay pulmón; tengo que llegar bien preparado”, dice el deportista vallecaucano, quien se la pasa dictando cursos y conferencias sobre motores, dando charlas motivacionales, organizando paseos por la geografía nacional, haciendo rifas y vendiendo camisetas con el fin de generar más recursos y así cumplir con los compromisos con la organización y su equipo.
De hecho, el personal del Dakar le extendió hasta este 30 de noviembre la fecha límite para pagar sus obligaciones que debía cancelar el 15 de octubre.
“He hecho un trabajo arduo, incansable. Se ha hablado con mucha gente y tengo fe en que las empresas que dijeron me iban a apoyar, cumplan”, sostiene el hombre de 44 años de edad, quien en los ralis de 2013 y 2014 llegó a la meta, en 2015 abandonó tras sufrir fractura de hombro y en la presente temporada se retiró por fallas mecánicas de la moto.
Manifiesta que por el tema político este año el calvario fue peor. De hecho Coldeportes Nacional no lo respaldó esta vez.
No obstante, sigue luchando. “Es que ir a un rali es como cuando un montañista llega al Everest o un futbolista juega un Mundial. Esto es lo máximo que hay en el motociclismo”.
Juan Esteban expresa que con el solo hecho de estar inscrito ya es un logro: “no todos tienen el honor de hacer parte de esta carrera, se inscriben cerca de 700 pilotos y solo aceptan a 140. Luego, ondear la bandera de Colombia en la rampa de partida, disputar el día a día o llegar a la meta y mostrarle al mundo que en el país hay talento en este deporte es un triunfo”.
Por tal motivo espera con fe que esas puertas que tocó se le abran antes de fin de mes para confirmar si su aventura hacia el Dakar-2017 se frena o continúa.
8
años seguidos lleva el rali en Surámerica. Se corre en motos, quads, autos y camiones.
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