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Cada vez que terminan unas justas internacionales los interrogantes invanden las mentes de los dirigentes y de la comunidad: ¿habrá plata para sostener los escenarios y si les darán el uso adecuado?
Por fortuna para la familia deportiva de esta ciudad, después de los Juegos Suramericanos de 2010 en Medellín se vivió algo diferente a lo que aconteció luego de los Olímpicos de Pekín-2008 y el Mundial de Brasil-2014, donde muchas de las sedes carecen de atención y de uso.
Mientras en esos países algunos escenarios se volvieron elefantes blancos, en la capital antioqueña la infraestructura generó una nueva cultura deportiva y motivó a los dirigentes a promover programas y a invertir el dinero suficiente para sacarle el mayor provecho a cada recinto.
David Mora Gómez, director general del Inder, es un convencido de que “Medellín vive un cambio extremo cinco años después de los Suramericanos, porque aprovechó la infraestructura para la inclusión social y el alto rendimiento, partiendo del uso indicado de los espacios”.
A partir del concepto de “equidad social” y gracias a la inversión cercana a los 16.500 millones de pesos en el mantenimiento piscinas, canchas, pistas y coliseos que albergaron a 418.698 espectadores en 2010, la ciudad se proyecta deportiva y culturalmente, ya que también ha realizado grandes eventos como el concierto de Madonna en 2012.
La adecuación del estadio Atanasio Girardot para el Mundial Juvenil de fútbol en 2011, la construcción de cuatro piscinas nuevas en el complejo acuático, la creación del parque del agua, la actualización del gimnasio callejero, el cambio de grama en la Marte 2, la mejora de la iluminación de los escenarios y la culminación del coliseo de balonmano fueron algunas de las nuevas intervenciones.
Diana Isabel Pineda Zuleta, quien logró dos oros en los clavados de los Juegos de 2010, asegura que “la evolución deportiva de esta ciudad es notable gracias a esas justas que convocó a la sociedad de manera masiva”.
Ella es de las que cree que los Juegos Suramericanos fueron el primer paso para el desarrollo de la infraestructura y la actividad muscular en la región. “Prueba de ello es que se han hecho varios eventos internacionales, somos los actuales campeones de Juegos Nacionales y ha crecido por igual la recreación y el alto rendimiento”.
Diana Isabel resalta las facilidades que les brindan los espacios físicos “que todos los días cuentan con adecuaciones técnicas” y considera a Medellín como la ciudad que más oferta deportiva tiene en Latinoamérica, “porque después de los Suramericanos cuenta con estructuras bien concebidas y similares a los de los países desarrollados”.
De esto no quedan dudas cuando en uno de los informes del Inder aparece que 136.000 personas (sin contar las del fútbol) aprovechan mensualmente los 18 escenarios de alta calidad en programas y eventos deportivos que se hacen en Medellín.