Érika Botero, la única colombiana entre las 102 participantes que hicieron parte ayer de la prueba de fondo del Mundial de ciclismo en Austria, cumplió un gran papel, aunque careció de suerte para meterse al top-10, porque, incluso, llegó con el mismo tiempo de la novena, la corredora de Dinamarca, Mie Saabye.
La antioqueña siempre estuvo en los primeros lugares, pero en la bajada, rumbo a la meta en Innsbruck, los nervios la traicionaron.
“Podía haber quedado más adelante, pero sentí muchos nervios en la bajada. Acá es todo aprendizaje ; tengo que mejorar en los descensos, porque las condiciones para subir las tengo”, dijo la actual campeona de la Vuelta Nacional del Futuro y quien debutó en campeonatos mundiales, en la página de la Federación Colombiana del deporte.
“Fue una carrera dura, acá se ve el nivel que hay, pero estoy contenta con lo que hice. Al final de la prueba, cuando entramos al circuito, me sentía bastante bien. Pero así es el ciclismo, en el último kilómetro me quedé, iba muy emocionada y tranquila pero las piernas ya iban un poco agotadas”.
Erika estuvo a escasos 10 metros de superar a la británica Pfeiffer Georgi y la francesa Maina Galand para estar en el top-10 de la carrera.
“Sentía mucha alegría de estar entre las mejores. Me salvé de varias caídas, pero estoy muy feliz y seguiré mejorando para ir de escalón en escalón”, manifestó.