La final del Abierto de Estados Unidos postpandemia no tuvo el papel protagónico del número uno del mundo, Novak Djokovic, ni la presencia de Rafael Nadal o Roger Federer, pero sí emoción, nervios, coraje, ilusión, entrega y, gran tenis encarnado en dos guerreros: Dominic Thiem y Alexander Zverev.
Ambos buscaban la gloria y esta, después de cinco largos sets que incluyó un tie break para definir el ganador, quedó en manos del austriaco Thiem, quien logró así su primer titulo de Grand Slam, luego de remontar dos sets y dejar el marcador 2-6, 4-6, 6-4, 6-3, 7-6 (6) para la historia.
Al final, en la ceremonia de premiación, Zverev destacó la victoria de su oponente y rompió en llanto cuando recordó que sus padres habían padecido el covid y que los extrañaba.
La jornada fue heroica e inédita, y necesitó de cuatro horas y un minuto de juego sobre la pista principal de Flushing Meadows (Nueva York), sin público en gradas.
Al borde de perder su cuarta final seguida de Grand Slam, Thiem fue el primer tenista capaz de remontar dos sets en contra en una final del Abierto estadounidense desde el inicio de la era abierta hace medio siglo. Abriendo un nuevo capítulo en la historia de este deporte, Thiem dio por terminada racha de 13 torneos de Grand Slam acumulados por Djokovic, Nadal y Federer y también es el primer ganador de un ‘Major’ nacido en la década de 1990 .