Luego del lanzamiento de la campaña del Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) se conoció su proyecto político y la forma en que operarán en el país. Su estrategia estará enfocada en hablarle al ciudadano de a pie y la antigua guerrilla le apunta a legitimar las 10 curules que tienen, producto del Acuerdo de paz, con una votación masiva. Sin embargo, varios analistas consultados por EL COLOMBIANO no ven posible este escenario.
El líder de la extinta guerrilla, Rodrigo Londoño, durante su discurso de lanzamiento de campaña, se comprometió a encabezar un gobierno de transición, “que genere las condiciones para el nacimiento de una nueva Colombia. Un gobierno que representará por fin los intereses de los pobres, que trabajará por ellos y para ellos, sin tregua alguna”.
La estrategia de la Farc ya la había anunciado el mismo Londoño al inicio de año, cuando hizo un llamado para que las bases del movimiento crearan las Unidades Tácticas del Común, una especie de células o pequeñas reuniones en las que se da a conocer el proyecto político y las aspiraciones del nuevo partido.
De hecho, la candidata vicepresidencial, Imelda Daza, aseguró que el objetivo es trabajar en pueblos y ciudades “puerta a puerta, hablando con la gente del común explicando la razón de nuestra lucha. Esta tarea cubre el territorio nacional”.
Pese a las preocupaciones en materia de seguridad, pues varios de sus cuadros en distintas partes del país han sido amenazados e incluso asesinados, aseguran estar comprometidos con la campaña política.