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Si hay una persona con razones suficientes para estar orgulloso, ese es el comediante Lokillo: en tan solo dos meses estrenó una película en cines y un especial en la plataforma Streaming.
En junio, justo cuando reabrieron los teatro de Cine Colombia, se exhibió la cinta Mi otra yo, en la que personifica cuatro roles distintos, y justo la otra semana, 12 de agosto, Netflix lanza el especial Nada es Igual.
Yédinson Ned Florez Duarte (su verdadero nombre) ha tenido una de las carreras en la comedia más exitosas en Colombia en la última década, tanto en radio, como en la televisión, el cine y los teatros.
“El solo hecho de que un comediante colombiano que en un solo año haya estrenado una película en cine y un especial en Netflix ya son palabras mayores, estoy muy contento y orgulloso”, dijo Lokillo en entrevista con EL COLOMBIANO acerca de este momento en su carrera.
¿De qué se trata Nada es igual, en Netflix?
“Este show original retrata un poco las experiencias que todos hemos tenido a partir de la pandemia, cómo nos tocó adaptarnos y cambiar rutinas para comenzar a hacer otras, me ocupo de temas como las videollamadas y la forma en la que nos comenzamos a saludar, hasta aprender a lavarnos las manos, que no sabíamos hacerlo, y la nueva cotidianidad. Es un especial lleno de humor y música, que deja el mensaje que la vida ya no es igual, pero qué tan diferentes vamos a ser nosotros” .
¿Es una puesta en escena, un musical o un stand up comedy?
“Es un stand up musical, la música hace parte de mi estilo de humor, estoy con mi banda tocando las canciones exclusivas de este especial y hay una aparición demasiado espectacular de Rastacuando, que llega reinventado, reiniciado y más loco que antes, literalmente llega de otro planeta a darnos noticias de la pandemia, pone su aporte de humor absurdo y crítica social, así que hacemos dupla con el amigo Rastacuando”.
¿No le da susto que en algún momento Rastacuando lo deje sin trabajo?
“Él es el que me da trabajo a mí (risas), lo debo llevar en la buena y estar en su llavero, y no me extrañaría que después de este proyecto el próximo especial sea netamente de Rastacuando”.
¿Los sorprende todo lo que ha pasado con su carrera?
“He trabajado muy duro y con mucha pasión, cuando uno hace lo que le gusta y sigue enamorado de eso lo que parece difícil se convierte relativamente fácil, mi camino, visto desde otra óptima, se ve complejo de lograr, pero desde mi perspectiva ha sido disfrutar de cada uno de estos logros, he trabajado muy duro y he contado con el apoyo de mucha gente, no solo en Colombia, sino en toda Latinoamérica y el mundo, que siempre están respaldando mi trabajo. Estoy muy contento y orgulloso y esta carrera mía sirve de inspiración para muchos talentos que están buscando su lugar en el universo del entretenimiento”.
¿En algún momento pensé que no lo iba a lograr?
“Siempre he sido muy consciente de dónde vengo y de todo lo que he logrado, el peor de los escenarios para mí ya lo conozco y ya lo viví, así que no me asusta, me gustan las crisis porque aprendo, esta crisis mundial de covid, justo cuando más difícil se puso para todos los que vivimos del entretenimiento más tuve la posibilidad de explotar mis redes sociales y subir mis números de seguidores en el mundo, muy agradecido con la vida”.
¿Cómo fue la grabación de Nada es igual, tuvo público?
“Al principio planteaba un reto para nosotros, afortunadamente contamos con los permisos para la presencia de un reducido público, aprovecho para darle las gracias al público bellanita que nos acompañó en esa oportunidad, lo grabamos en la estación abandonada del ferrocarril. Ese pequeño número de espectadores me daba la confianza de la risa y la reacción de la gente, que para uno como comediante es muy importante, uno necesita ese rebote del chiste que da la gente para recibir esa energía”.
¿Su humor ha cambiado, ahora es más político?
“Mi humor siempre va reaccionado a lo que va pasando y voy observando, puntualmente la gente podrá sentir que estoy más dedicado al humor crítico-social, pero es porque estamos pasando por un momento complejo en el país, así que voy reaccionado, que es lo normal del comediante, que depende de su entorno para expresarse.
Llevo 15 años, desde las parodias de La Luciérnaga, haciendo esa crítica social. Uno como artista no puede ignorar la realidad de un pueblo, porque de allá venimos y a ellos nos debemos”.
¿Cómo hace para llegar con su propuesta a otras culturas y países?
“Soy muy amigo de trabajar con un lenguaje universal, a pesar de que mis temáticas parezcan criollas o locales, mis herramientas para hacer humor siempre son universales, como por ejemplo, la música”.
¿Qué vine para lo que resta del año, después de estar en cine y en Netflix?
“No, yo ya me gasté el futuro (risas) el solo hecho de que un comediante colombiano que en un solo año haya estrenado una película en cine y un especial en Netflix ya son palabras mayores, estoy muy contento y orgulloso y quiero disfrutar esto, porque fue algo que soñé y a lo que le tengo mucha fe y sé que será una bomba.
Vienen la giras en el exterior, vivo el día a día, el momento y el resto va llegando y lo voy disfrutando”.