Así lo afirma la medallista de plata de los Olímpicos de Río-2016. De ahí que sea más meritoria su actuación.
Yuri Alvear, la deportista que de niña estuvo a punto de ser expulsada del colegio por defender lo que era suyo, sacó de nuevo su agresividad para hallar el premio al esfuerzo y sacrificio, una medalla olímpica.
Pudo haber sido de oro, pero el destino quiso que fuera de plata. Tal vez, el segundo lugar que alcanzó ayer en los Juegos de Río de Janeiro sea su motivo para no bajar los brazos y seguir en busca de su consagración.
En los Juegos de Pekín-2008 terminó séptima, en Londres-2012 fue bronce y ayer mejoró su presentación al ganar plata, luego de perder el combate final ante la japonesa Haruka Tachimoto.
“Nunca se rinde, es una luchadora, pantalonuda y echada para adelante. La experiencia que ha adquirido le servirá para buscar en Tokio-2020...
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