La división agrícola de Bayer, Bayer CropScience, en cabeza de su director mundial, Liam Condon, anunció los compromisos de la compañía con la sostenibilidad alimentaria.
Lo hizo durante una conferencia de prensa internacional llevada a cabo en Monheim (Alemania).
"Aproximadamente 900 millones de personas pasan hambre hoy en día, y la población mundial está aumentando rápidamente. Tenemos que aumentar la productividad agrícola y, al mismo tiempo, avanzar en materia de sostenibilidad agrícola asegurando la protección del medioambiente, algo que esperamos conseguir mediante el desarrollo de soluciones y servicios innovadores que ayuden a la agricultura a contribuir a un desarrollo saludable de la sociedad", explicó Condon.
En respuesta a la fuerte demanda de sus productos, la empresa añadió 1.000 millones de euros a su programa de inversión, con lo que el gasto de inversión total para el periodo comprendido entre 2013 y 2016 ascenderá a unos 2.400 millones de euros.
Se espera que el programa acelerado de inversión redunde en un incremento significativo del volumen de producción de las sustancias activas clave para la protección de cultivos.
"El crecimiento de la población mundial, los cambios en los hábitos alimentarios y los constantes cambios de las condiciones climatológicas están afectando al suministro de alimentos y necesitan respuesta", manifestó Condon.
"La demanda de nuestros productos, por parte de los agricultores, está aumentando en los países con vocación agrícola, tan vertiginosamente, que estamos reforzando nuestra capacidad de suministro para poder abastecer a los agricultores de todo el mundo con soluciones innovadoras, pero sobre todo muy necesarias", añadió Condon.
Los retos de los alimentos
Hoy el mundo tiene 7 mil millones de habitantes. En el 2050 este número rodeará los 10 mil millones. Estas tasas de crecimiento aplican igual para la falta de comida.
Una de cada ocho personas hoy, sufre de hambre. Es imperioso pensar en cómo el mundo desarrollará alternativas para solucionar este desafío.
Por otro lado, estamos en presencia de un vertiginoso cambio en la dieta humana.
La influencia de occidente ha hecho que para las próximas décadas haya un más elevado consumo de proteínas animales, esto se traduce también en la inexorable producción de alimentos para los ganados.
Como si lo anterior no fuera suficiente, el mundo no dispone de los sistemas de almacenamiento y conservación necesarios para las cosechas.
Un dato preocupante, a manera de ejemplo: en India el 40 por ciento de las frutas y vegetales se echan a perder por las limitaciones de infraestructura de almacenamiento. Esto es el equivalente anual de comida que se consume en Gran Bretaña.
Al mismo tiempo, la tierra cultivable está reduciéndose. En 1950 la tierra arable por persona era de 0.52; en 2010 fue de 0.20 y para el 2050 será sólo 0.15. Esto solo indica que hay que producir mucho más por hectárea cada día.
Adicionalmente, los cultivos cada vez tienen más estrés por las variaciones climáticas y esto afecta a los productores. Por ejemplo, una variación de un solo grado Centígrado hace que se reduzcan en 322 kilogramos por hectárea la producción de trigo.
Con este panorama, los cálculos de los expertos de diferentes organizaciones como la FAO indican que para el año 2050 debemos producir un 70 por ciento más de comida para humanos y animales.
Y esta tarea debemos acometerla sin comprometer la sostenibilidad ambiental y social, explican los directivos de Bayer.
La solución…
Claramente la humanidad, de la mano de la ciencia y la innovación debe encontrar caminos sostenibles de mayor productividad, que no sólo cubran la demanda de alimentos, sino que además fortalezcan a los productores de todo los tamaños y se disminuyan los índices de pobreza rural de los países en desarrollo. Es decir una combinación de productividad y rentabilidad.
En pocas palabras estamos ad portas de participar en una Nueva Revolución de la Agricultura. Y como en toda revolución, llegó el momento de hacer grandes cambios, explicó Liam Condon.
Así mismo, el directivo global indicó que si bien Bayer está sintonizado con este reto, es imposible hacerlo solos. Se necesitan socios, encadenamientos productivos y metas comunes. No solo en el agro, sino en el todo proceso, lo que va de la semilla al plato sobre la mesa.
En ese orden de ideas, explica Bayer, las soluciones desde sus 100 años de experiencia en sostenibilidad y protección de cultivos son:
Innovación: Solo con nuevas tecnologías en temas de crianza de animales (con métodos de respeto y ética por lo animales); biotecnología para desarrollar mejores semillas y, soluciones químicas y biológicas muy efectivas y amigables con el ambiente, para la protección de los cultivos, los agricultores podrán ayudarnos a todos.
Acceso: Grandes y pequeños agricultores deben tener acceso a las herramientas, tecnología y capacitación para mejorar sus condiciones y contribuir al suministro global de alimentos.
Sostenibilidad: Es crucial encontrar caminos innovadores que conduzcan a una intensificación de la agricultura, pero sostenibles.
Colaboración: Muy cercano trabajo entre todos los miembros de las cadenas productivas, los gobiernos, las asociaciones, para desarrollar planes integrales, rápidos y eficientes de la semilla al plato.
Más semillas de soya y trigo
Además del aumento de su capacidad de suministro en protección de cultivos, otro elemento que forma parte de los planes de crecimiento de la compañía es la puesta en práctica de su estrategia de semillas.
Bayer tiene previsto seguir reforzando su posición en los cultivos donde ya está presente, como las hortalizas, frutas, el arroz, la canolaoleaginosa y el algodón, y mejorar significativamente en los mercados de soya y trigo.
"Seguimos invirtiendo en nuestro negocio de soya, por ejemplo, mediante adquisiciones estratégicas en América Latina, contribuyendo al rápido desarrollo de rasgos genéticos distintivos", explicó Condon.
Así mismo, también anunció el lanzamiento previsto para finales de 2014 de la marca global de soya de Bayer en América del Norte y Suramérica.
"Las semillas de soya nos ayudarán a suministrar variedades mejoradas a los agricultores. Ofrecerán características que podrán proteger a la soya frente a insectos específicos,repeler ataques de nematodos y hacerla tolerante a los herbicidas más eficaces", declaró Condon.
Un segundo pilar de las inversiones en el ámbito de las semillas es el trigo, el cultivo básico más importante del mundo. Aquí, Bayer está creando una red a nivel mundial de obtención de trigo, con el objetivo de desarrollar variedades de alto rendimiento adaptadas a las condiciones locales. Se espera que las primeras variedades puedan lanzarse al mercado en el 2015.
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