En un país tan dividido como Colombia son pocas las cosas en las que la mayoría coincidimos, más allá de encontrarnos cuando juega la selección de fútbol o para celebrar grandes glorias como nuestros artistas o deportistas olímpicos.
Una de esas cosas en las que nos encontramos es el mal servicio de la salud, los gobernantes no han logrado establecer un régimen acorde a las necesidades más básicas y que conserve al menos un poco de humanidad frente a los pacientes. Largas filas, medicamentos de bajo poder, trámites injustificados; todos estos han sido denominadores comunes cuando cualquiera se enferma.
Padeciendo este tipo de cosas, muchos colombianos tomaron la decisión de destinar parte del ingreso familiar para costear medicina prepagada, con la simple lógica de que si el Gobierno no es capaz de regular algo tan básico y delicado como la salud, no hay otra opción que asumir el gasto para proteger a su familia.
Creería uno que mediando esa misma lógica de la que hablaba antes, el Gobierno, entendiendo que el problema se le salió de las manos hace rato, se muriera de la pena y pensara que hay un grupo de colombianos que con su dinero están pagando algo que ellos deberían de cumplir.
Pero no, al presidente Juan Manuel Santos y a su equipo de asesores se les ocurrió la idea de aumentar el impuesto que se paga sobre ese particular. El IVA subirá 60 % frente a lo que ya se tributaba.
La disculpa es que los ricos van a “chillar” con la reforma tributaria que contiene ese aumento. Hay que decirle a Santos que el 70 % de quienes pagan ese tipo de servicios es de clase media, según estudios del sector. ¿A cuáles ricos va a poner a “chillar” entonces?
En 2010, en el primer debate frente a Antanas Mockus, el candidato Santos dijo: “Le puedo firmar sobre piedra o mármol, si es necesario, que no voy a incrementar las tarifas de los impuestos durante mi Gobierno”.
Las aumentó, señor Presidente y nos dijo mentiras. Eso les dice a los colombianos que quién sabe qué otros tapados tenga esa reforma tributaria que radicó en el Congreso. Cuando se miente una vez, se puede seguir haciéndolo muy fácilmente.
P.S.: Buena noticia la inscripción de Henrique Capriles como candidato a la gobernación de Miranda, se mantendrá vigente y eso sin duda logrará que la oposición siga cohesionada.
Con las cada vez más reducidas apariciones de Chávez y su desgaste, no será raro que Capriles sea presidente antes de que termine este nuevo período del dictador.
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