Seguro que Alfonso Galvis estaría orgulloso de lo que está sucediendo con el estadio de atletismo por el que él tanto luchó.
El periodista que hizo campaña por la construcción de un escenario para el deporte base en Medellín, seguro que al ver lo que sucede allí, quedaría maravillado.
Ampliación de la pista, confirmación de las medidas exactas -se corrió y estiró un poco-, nuevos espacios, más oficinas, tres vomitorios en las tribunas y dentro de poco, la postura de la carpeta Mondo, que es el último alarido en materiales sintéticos para esta clase de escenarios.
Los trabajos que se iniciaron en este predio deportivo, el pasado 27 de julio, van acelerados y marchan a todo ritmo, con la confianza de que serán entregados el 31 de diciembre, plazo estipulado.
"Corremos para poder entregar el 31 de diciembre", dicen, en conjunto, los ingenieros Luis Guillermo Vélez Escobar (Coninsa Ramón H.) y Juan Carlos Restrepo (Civing, que hace la interventoría de la obra).
La pista que será traída de Canadá, a un costo total 1.700 millones de pesos, incluida la instalación, tendrá ocho carriles de competencia y uno exterior que será pintado de gris, para que sea el más empleado cuando no hay pruebas.
Cada carril de la pista será de 1,22 metros de ancho, de colores azul claro y oscuro, en tanto que el callejón exterior tendrá dos metros.
El "nuevo" estadio Alfonso Galvis contará con dos medias lunas en los extremos norte y sur, ya que antes tenía una.
En la norte estarán las pistas de salto de garrocha y altura. Mientras tanto, en la sur aparecerán la jaula de lanzamiento de martillo, la pista de lanzamiento de jabalina y las plateas de impulsión de la bala y disco.
De lo más novedoso será la pista de calentamiento ubicada en la zona oriental, que contará con seis carriles de 100 metros.
Pero no se quedan atrás las pistas laterales para el salto triple y el salto largo que, al igual que las otras, están siendo construidas con garantías técnicas, incluso con sistemas de lo más moderno en desagüe, especialmente el cárcamo cerrado interno, según cuentan los expertos.
"La intervención tiene un costo global, incluido el urbanismo, de 5.600 millones de pesos. Lo que se busca con la postura de la pista Mondo Track Super X es que sirva para los procesos de formación y la alta competencia, ya que tiene una gama superior de "resilencia" (propiedad del material de recobrar la forma después de la carga)", según explicó el ingeniero César Correa, adscrito al área de Infraestructura de los Juegos Suramericanos-2010.
Un escenario que será de lujo, con una cara distinta en el interior y ni qué se diga en el exterior. Incluso con la mejoría de la iluminación nocturna, algo que quede a tono para el siglo 21 y los Juegos Suramericanos.
Como para que el "Gordo" Alfonso Galvis (q.e.p.d.) se hubiera ido de espaldas con tal cambio.
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