La primera vez que Alejandro González figuró entre los mejores mil tenistas del mundo fue en la cuarta semana de septiembre de 2006 (puesto 939). Apenas estaba empezando a jugar torneos future. En la tercera semana de noviembre de 2013, irrumpió en el top-100 ocupando la casilla 91.
Necesitó siete años para entrar al selecto grupo en el que pasó de jugar challengers a torneos ATP, incluso Grand Slam.
Todo no queda ahí, porque a pesar de lo difícil que significa mejorar posiciones ya en estas instancias, Alejandro ha tenido sustanciales progresos y rápidos en el casillero ATP, como lo demuestra el hecho de haber ganado 19 posiciones entre noviembre pasado y abril. Ayer, la entidad lo clasificó 72, el mejor ranquin de su carrera.
Y mientras Santiago Giraldo (67) y Alejandro Falla (70) pierden casillas (después de estar entre los mejores cincuenta), el antioqueño, de 25 años de edad, va en ascenso, como lo dicen no solo las frías cifras sino su momento tenístico. "Va muy bien y seguramente se mantendrá en progreso", coinciden el dirigente Gabriel Sánchez y el entrenador de Copa Davis, Mauricio Hadad.
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