Alos 25 años pocos en Colombia se pueden dar el lujo de vivir del fútbol sala y de haber jugado en seis países, casi todos europeos.
El dueño de ese privilegio es Angellot Caro, un bogotano de familiares paisas y residencia en Guarne. Se inició en el fútbol de salón capitalino y jugaba tan bien que a los 17 años se lo llevaron para República Checa.
Inspirado en el también bogotano John Pinilla "un referente de nuestro salonismo que también jugó en Europa", Angellot se propuso figurar internacionalmente.
"Les cuento con orgullo que estoy adelantando el papeleo para integrarme al Nápoles de Italia para jugar el calcio de futsal, donde además de muchas figuras pagan bien".
Con esa motivación viajó al Viejo Continente el salonista más internacional del país, que el año pasado compartió con el brasileño Falcao y el portugués Ricardinho en Kuwait y Dubai, donde lo sorprendió "el mercadeo que hacen para atraer el público a los coliseos, pues los llenan rifando carros y contratando a los mejores del mundo".
Jugar por tercera ocasión en Europa será para Angellot Caro un reto, ya que su meta es continuar con su nivel elevado para buscar un cupo en la Selección que disputará el Mundial que se hará en territorio colombiano en 2016.
Para responder a las expectativas le pidió recomendaciones a Pinilla, hoy en la Copa Postobón de microfútbol con Barrancabermeja. "Hablé con él, porque dejó una huella en Italia y me dijo que la liga italiana es bien competitiva".
Feliz por "la nueva oportunidad que me brinda Dios afuera", Angellot acudirá a la disciplina que le ha dado todo en el salonismo para ratificar ese talento que le ha servido para triunfar.
Entre sus planes está adaptarse pronto para llevarse la familia hacia el país de la bota itálica, donde "estuve a punto de jugar una vez con Lazio, la exigencia es alta y se requiere de buena preparación física".
Angellot Caro, quien fue campeón de la Liga Argos de fútbol sala con Águilas Doradas, resalta la manera como "está evolucionando el futsal en Colombia" y espera que su regreso al exterior sirva para abrirles nuevas puertas a sus compatriotas, porque "acá sobra el talento, pero nos falta más competencia".
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