Ni el rechazo al asesinato del diputado chavista Robert Serra y su compañera ni las condolencias de la oposición política, que suspendió marchas planeadas para hoy, distensionan la conflictiva y polarizada situación política en Venezuela.
El crimen, a puñaladas, contra quien fuera el diputado más joven elegido en ese país y uno de los defensores más radicales y polémicos de la "revolución bolivariana" no se esclarece, pero el gobierno de Maduro lo aprovecha políticamente para atacar a sus críticos.
Durante las exequias del dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela, el presidente insistió ayer en vincular a sectores de derecha al asesinato para "desestabilizar al país". "No tengo duda de que son criminales paramilitares de Colombia quienes asesoran en estos métodos a la ultraderecha venezolana".
El homicidio de Serra, perpetrado el pasado miércoles en su casa, localizada en uno de los fortínes del chavismo en Caracas, según las autoridades fue de forma "intencional, planificado y ejecutado con gran precisión", genera preguntas aún sin respuestas.
Lo confirma a El Colombiano el politólogo venezolano, Jesús Castillo Molleda, quien considera que las declaraciones oficiales son un "aprovechamiento político" del presidente que, sin pruebas, acusa a la oposición y vuelve con discursos de conspiraciones e injerencia extranjera del paramilitarismo desde Colombia".
Estaba sin escolta
"La víctima era un dirigente polémico, reconocido y, por eso, custodiado, menos esa noche, pero aún así lo asesinaron en su propia casa sin forzar puertas ni llamar la atención".
Diana López, hermana del líder opositor venezolano Leopoldo López (detenido) también advirtió que "la criminalidad se ha desbordada en Venezuela por la mala gestión de una dictadura culpable del deterioro político, social y económico del país".
No pasa desapercibido que hace dos años, uno de los escoltas de Serra, Alexis Barreto, fuera asesinado en Caracas. Su madre dijo "el que mató a mi hijo está dentro de la Asamblea Nacional". Nunca se investigó su señalamiento.
Prueba de la polarización que podría profundizarse, según analistas, es la reacción oficialista a las condolencias de dirigentes críticos, que cancelaron la marcha programada para hoy para impulsar la Mesa de la Unidad Democrática, que agrupa a la oposición.
"Siendo consecuentes, con nuestra política de unir al país postergamos la convocatoria por el duelo", indicó el secretario de la mesa, Jesús Torrealba.
El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien llevó en hombros el féretro de Serra hasta la capilla, los rechazó: "Señores de la derecha no nos hacen falta sus condolencias, no intenten utilizar el asesinato de Robert para sus excusas y sus discursitos".
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