Hace casi 10 años hablar de emprendimiento era una moda, luego se convirtió en necesidad y ahora es una ley que se cumple en cada una de las instituciones universitarias de Colombia.
Fue en el 2006 cuando la propuesta de formación en emprendimiento llegó al Senado de la República y desde entonces las instituciones universitarias comenzaron a crear las cátedras de formación que apoyan a la creación de las iniciativas.
Una relación casi directa. Según las cifras de Parque E, una institución creada para apoyar las nuevas iniciativas de negocio de Medellín, casi el total de los emprendedores forman su idea desde las aulas de clase.
Cada institución tiene sus particularidades. La directora académica de la Universidad Cooperativa de Colombia, UCC, Ligia González Betancur, explica, por ejemplo, que por la naturaleza de la institución, cada una de las cátedras de formación en el tema están relacionadas con la economía solidaria.
De allí han salido iniciativas de trabajo cooperativo, especialmente en las áreas de energía y construcción, en las que los estudiantes encuentran oportunidades laborales.
En la UCC las charlas motivacionales son obligatorias, y para eso se definieron como parte de los pénsum de cada uno de los programas, además disponen de una oficina para asesorar a los estudiantes y egresados que estén formando sus ideas.
Los casos varían de universidad en universidad: en la Universidad de Antioquia las conferencias de emprendimiento se dictan de manera regular a la población universitaria pero no están dentro de los programas académicos. En la de Medellín el área está directamente relacionada con la investigación y cada institución hace un énfasis en el tema no solo para formar nuevos negocios sino para que los futuros empleados sean competitivos y ayuden a innovar en las empresas.
Sostenibilidad
Son tales los resultados que ahora la preocupación no radica en crear empresas, sino en mantenerlas en el tiempo. Según la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia cerca del 70 por ciento de estas iniciativas fracasan antes de los primeros cinco años.
Dice Alejandro Valencia, del programa de Gestión y Fomento Socioeconómico de la Universidad Nacional sede Medellín, que los principales tropiezos que se encuentran los emprendedores son la falta de pertenencia a redes y no tener componentes de innovación en los productos o servicios ofrecidos.
Con los resultados de esta investigación ahora trabajan para apoyar a los estudiantes. El ejemplo lo están siguiendo los demás laboratorios de creación de empresa de la ciudad.
De ahí en adelante siguen los programas para buscar financiación, planes de negocio y de mercadeo, e identificación de públicos.
En cuanto a las redes, la consolidación de los clústers son de gran ayuda, y sirven tanto a los emprendedores como al mercado en general.
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