Ellas pastando, tranquilas, saludables, bien nutridas y con agua para calmar la sed. Vacas satisfechas y felices. ¿La leche? De buena calidad.
En un mercado tan competido y con requisitos cada vez más exigentes, animales llenos de bienestar marcan la diferencia en el negocio lechero.
En el Norte y en otros sectores del departamento, es la principal fuente de ingresos de los ganaderos. Pero en algunas fincas, consideran investigadores de Corpoica, aún no se tienen prácticas de ordeño y manejo adecuadas, sobre todo, para este tipo de producto tan delicado.
La grave consecuencia de un procedimiento deficiente: El rechazo por su baja calidad nutritiva, poca proteína y grasa, falta de higiene o contaminación por microoganismos y por residuos de drogas y agroquímicos.
Lo primero para lograr esa calidad que se persigue, cuenta Santiago Iván Calad, de Agropecuaria La Mulata, en la vereda San Juan, de San Pedro de los Milagros, es pensar en el pasto.
"Porque ellas son rumiantes y se alimentan de él. Lo principal es intentar tener una buena disponibilidad de comida para las vacas".
Puede ser con lo que se denomina pastoreo en franjas. Y como complementos están el agua, limpia y fresca, y las sales mineralizadas.
Hay cuatro principios básicos para este negocio que mencionan María Paula Cabrera, José Fernando Villa y otros investigadores de Corpoica que elaboraron un boletín con recomendaciones, basado en la experiencia de ganaderos exitosos: Animales de buena calidad, alimentación adecuada, buen manejo y estricta sanidad.
Higiene y ordeño
Lo de las vacas felices no es cuento. Su bienestar será el suyo como lechero.
Para escoger la raza más apropiada, el productor debe tener en cuenta las condiciones agroclimáticas.
Además de un buen pasto, es recomendable contar con plantas arbóreas que proporcionen también sombra. Pero atención, el abono de la zona en donde pastan no debe afectar la leche.
Santiago Calad afirma que en su caso hacen análisis de suelos para saber cuáles elementos están en altos o bajos niveles y determinar qué tipo de fertilización se utiliza.
"También se hacen estudios foliares, es decir, se toman muestras de pasto para saber cómo está constituido, cuánta proteína por ejemplo, y así uno va balanceando la dieta de los animales".
Un buen manejo de las prácticas de ordeño, en concepto de Jorge Albeiro Zapata, técnico agrícola de la Umata de San Pedro, hace que se logre un mejor rendimiento y rentabilidad.
Tanto en el ordeño manual como en el mecánico, manifiesta Jorge Iván Posada Palacio, dedicado a este negocio, se deben llenar todos los requisitos de higiene.
La limpieza se practica antes, durante y después, desde los implementos y las personas encargadas del proceso hasta con los animales.
Debe lavarse la ubre y secar bien, evitando daños en los tejidos. Se hace un presellado para desinfectar, al comenzar y terminar, y una prueba rutinaria de mastitis en cada pezón. Hay que verificar, según la norma, que la primera leche que se extrae tenga una apariencia normal.
Y los hatos con ordeño mecánico deben implementar un plan de saneamiento.
La leche se transporta hasta un tanque enfriador en el que debe mantenerse entre los cuatro y los dos grados centígrados.
El plan de vacunación y seguir los tratamientos adecuados cuando se enferman son otras claves.
Es vital recordar que hay que conducirlas al sitio de ordeño con calma, sin acosarlas ni golpearlas, se dice en el estudio de Corpoica.
Estómagos llenos, nada de estrés y muchos cuidados. ¡Qué suerte de vaca!
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