Tragedias como la ocurrida en el barrio El Poblado de Medellín, en 2008, que provocó la muerte de 12 personas, pusieron a pensar, más detenidamente, a las autoridades y a los expertos sobre las construcciones en laderas.
Para los especialistas, es importante determinar cómo construcciones que tienen los estudios y licencias respectivas, presentan situaciones que ponen en riesgo la vida y las propiedades.
En Medellín son pocos los terrenos planos para construir y si se debe edificar en laderas, debe hacerse muy bien, señalan los consultados.
Por ello, la Junta Metropolitana del Área Metropolitana expidió un acuerdo que define las directrices generales de los diferentes estudios que se deben hacer antes de la intervención de los terrenos.
Acuerdo
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá emitió el acuerdo que se constituye en una directriz para los municipios, y al interior de cada uno de ellos, se deben adoptar normas y las reglamentaciones respectivas para expedir las licencias de construcción en cada una de las localidades, señaló Julieta Gómez, geóloga del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Es de anotar, que para que las curadurías o las oficinas de planeación entreguen las licencias respectivas a quien las requiera, solicitan unos requisitos dentro de los cuales están unos estudios técnicos.
Lineamientos
De acuerdo con el profesor de la Universidad de Medellín, César Hidalgo, la idea del Acuerdo Metropolitano da lineamientos, o sea, cómo deben ser los estudios que se realizan previos a la construcción y la urbanización de predios ubicados en laderas en el Valle de Aburrá. Dichos estudios son geológicos, geomorfológicos, hidrológicos e hidráulicos y geotécnicos.
En otras palabras, se busca determinar qué es lo que realmente puede causar problemas en la zona de estudio o de influencia. Por ejemplo, decir qué tipo de rocas se pueden encontrar y los procesos externos que pueden afectar, como movimientos de masa, y erosión. De igual forma, temas relacionados con la manera como se distribuye el agua lluvia, cuánta agua se debe manejar en una canalización, entre otros aspectos.
Todo lo anterior, debido a que una de las principales dificultades presentes en la ciudad, y el país, son los problemas por la inestabilidad de laderas y taludes, entre otros. Las laderas por su inestabilidad afectan las obras, y también algunas construcciones tienen impacto sobre la estabilidad de las laderas.
En consecuencia, cuando se va a intervenir un predio los estudios deben contemplar, la zona donde se va a edificar, pero también, deben ser objeto de análisis, los terrenos ubicados unos metros arriba y unos metros abajo, los nacimientos de agua y los ríos.
Si existen aguas subterráneas es importante identificarlas para ver cómo tratarlas. “No conocemos bien el régimen de dichas aguas, y es un factor importante a la hora de considerar las evaluaciones de estabilidad de laderas y taludes”, puntualizó Hidalgo.
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