Los vehículos provenientes de China cada día, y con paciencia, ganan más espacio en las calles colombianas. Luego de un arranque brioso, hace cerca de 8 años, cuando debutaron las primeras marcas, su empuje y penetración se frenó un poco, pero en el último año nuevamente están retomando el camino y consolidan una presencia más fuerte en la ya variada oferta de vehículos que se muestran en vitrinas del país.
Una de las estrategias para alcanzar más participación es la entrada de las marcas de esa zona del mundo, en alianza con reconocidos comercializadores colombianos con trayectoria en el mercado automotor. Uno de esos casos es el de la firma BYD (Build Your Dreams) que en su segundo intento para colonizar calles y carreteras colombianas desarrolló una alianza con Praco Didacol con más de 95 años en el mercado automotor y que hoy importa marcas como Peugeot, Daihatsu, Hino y DFM.
Van 200 y vienen más
De acuerdo con lo explicado por John Jairo Uribe, gerente de marca para Colombia de BYD desde hace cerca de 8 meses que Praco asumió la representación, ya se han puesto a rodar unos 200 vehículos, especialmente de su modelo de entrada el Fzero, uno de los denominados City Car que ha impactado por su diseño y sus prestaciones. También hoy cuenta en vitrinas con un sedán de tamaño medio: el F6, con una línea y diseño que recuerda a algunos modelos europeos de pasado reciente.
El proceso de crecimiento que se ha planteado BYD en el mercado colombiano implica que este año se estén comercializando por lo menos tres modelos de la marca. A los ya presentados Fzero y F6, a finales del año se espera incorporar un nuevo producto. En este momento, explicó el directivo, se están evaluando algunas opciones en los segmentos de motorización de 1.500 centímetros cúbicos y de 1.800 centímetros cúbicos.
Una de las metas iniciales que tiene la marca con su operación colombiana es poder alcanzar el hito de comercializar 80 vehículos mensuales. Una meta que no parece estar lejos del alcance, si se tiene en cuenta que en días recientes ya se llegó a las 60 unidades vendidas al mes.
Para ello BYD se apoya, en primer lugar en la red que hoy tiene para su comercialización la firma Praco-Didacol, que tiene presencia en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Manizales, Pereira, Pasto o Bucaramanga.
Además también se aprobó la apertura de distribuidores, de los que ya se autorizaron los primeros tres en Valledupar, Villavicencio y Tunja.
Uno de los argumentos, además del comportamiento de los vehículos, es el equipamento con el que llegan en muchos casos superior a los de competidores en sus segmentos, y el precio relativamente económico en la relación costo-beneficio. También es importante el respaldo que ofrece la presencia de Praco-Didacol como representante de la marca en Colombia, comenta John Jairo Uribe, quien hasta hace pocas semanas se desempeñaba como el gerente comercial de Praco Didacol en Medellín.
La mira eléctrica
Aunque no es su objetivo principal en la llegada a Colombia, BYD también tiene un potencial importante en el desarrollo de vehículos eléctricos. Y es que, además de su negocio automotriz (de hecho uno de los más recientes), la firma se ha destacado desde hace varios años en el desarrollo de componentes para productos de tecnología, entre ellos baterías.
Hoy es uno de los más importantes desarrolladores de baterías de ión-litio, fundamentales en el avance de los carros eléctricos.
Explican sus directivos en el país, que ya en China la firma cuenta con vehículos eléctricos que han logrado una alta autonomía de manejo con estas baterías (en algunos casos hasta 300 kilómetros) y que hoy están siendo usados en flotas para el transporte público individual.
Incluso ya algunas empresas en Colombia se han interesado por incorporar estos autos a sus flotas, algo que está en un período de evaluación y análisis por parte de BYD, una decisión que depende no solo de tener carros, pero mucho de la infraestructura para su operación en el país.
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