Queda claro que faltará mucho más que construir 100.000 viviendas gratuitas para asignar entre las familias de menos recursos del país para superar una crisis habitacional histórica que dejó ayer en evidencia el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras.
“La producción final de vivienda en el país está en promedio en 150.000 unidades anuales que no alcanza a cubrir una demanda de 230.000 hogares que se conforman al año, eso quiere decir que 80.000 familias no encuentran vivienda”, explicó el funcionario a sus homólogos de 11 países de América Latina y el Caribe, reunidos en la primera cumbre ministerial de este tipo, organizada por Camacol, gremio de los constructores.
Pero si un promedio de 80.000 hogares no cumplirá el sueño de una vivienda propia este año, habría que sumar que el 36 por ciento de los 12,3 millones hogares colombianos presenta algún déficit habitacional y un 12 por ciento (1,47 millones) no tienen vivienda, es decir que ni la meta de un millón de viviendas, en cualquier segmento, de este Gobierno para el cuatrienio pondría fin a ese déficit.
De hecho, en estos dos años de la administración Santos se han construido por iniciativa pública y privada, un total de 370.000 viviendas, 37 por ciento de la meta, según Vargas Lleras.
En esas condiciones, el déficit habitacional es uno de los mayores retos del país. El Ministro de Vivienda espera que para noviembre se comience a realizar la asignación de las 100.000 familias sin techo a las que el Gobierno dará una vivienda que valga construir máximo 39,6 millones de pesos.
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