La preocupación se apoderó de los habitantes del barrio Nuevos Conquistadores de la comuna 13 quienes, ayer, cerca de las ocho de la mañana, fueron sorprendidos por el desplome de una de las calles del sector, en la carrera 115 con la calle 39 BC.
"El carro de la basura subió y pasó normal y al momentico cuando pasó un colectivo el pasamanos del puente traqueó muy feo. El conductor se iba a bajar a mirar que había pasado pero le dijimos que siguiera derecho porque esa calle se empezó a rajar. Los que estábamos ahí salimos corriendo y, de repente, se desplomó. Se escuchó un estruendo horrible", dijo Darío Araque, uno de los testigos del suceso.
Otras personas que presenciaron el hecho aseguraron que la vía, en la que hacía poco tiempo se habían efectuado trabajos de acueducto y alcantarillado, se cayó en tres partes de manera casi simultánea.
Aunque por fortuna no hubo víctimas, los habitantes de la parte baja de este sector, que son cerca de 5.000, dicen estar muy preocupados ya que, según ellos, ninguna de las autoridades ambientales y de planeación del Municipio le han prestado atención a la erosión del terreno generada por la quebrada La Acedera que circula por la zona.
"Lo que provocó el desplome de la calle fue la quebrada. Nosotros hemos enviado peticiones a varias secretarías y de una nos mandan para la otra y nunca nos resuelven nada. Lo que pasó fue algo que nosotros ya habíamos advertido que iba a suceder porque esta situación viene desde hace varios años", aseguró Bertha Nelly Varela, representante de la acción comunal del barrio.
Inestabilidad del terreno
Justo arriba de la misma calle, el viernes en la madrugada, se había desplomado la casa de doña Amparo Mena, una madre cabeza de familia que vive con sus tres hijos.
"Yo estaba acostada con mis niños en la pieza pero estaba despierta, de repente, todo se empezó a ir abajo y yo empecé a gritar. Cogí a los niños y me salí. Por la misericordia de Dios estamos vivos", comentó la mujer.
Según ella, el Simpad visitó el lugar al día siguiente pero le respondieron que no le podían colaborar porque la casa no es de su propiedad.
"Me dicen que tengo que desocupar ya porque se puede venir abajo toda la casa pero yo no tengo para donde irme ni como pagar un arriendo", agregó muy angustiada.
El mayor temor de quienes viven en el sector es que, al igual que la calle y la casa de doña Amparo, se derrumben sus viviendas que están en alto riesgo en un terreno cada vez más inestable.
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