Camerún se ha convertido en un país sin salas comerciales de cine, tras el cierre de la última que quedaba abierta, El Wuri, en la ciudad portuaria de Duala.
En Camerún había cines en las ciudades de Yaundé, Duala, Bafoussam, Ngaoundere y Garoua, pero progresivamente han ido cerrando y sólo quedaba el cine El Wuri, que cerró la semana pasada.
La última película proyectada en El Wuri fue Not Without My Daughter (1991), del director estadounidense Brian Gilbert, que cuenta la historia de una mujer iraní y su lucha para salir del país con su hija.
El que fuera propietario de una sala de cine en Yaundé Simeon Fotso, la razón de la desaparición de los cines comerciales "es la falta de clientes, tras la llegada del DVD y la mejor calidad de la televisión moderna".
Ahora, los únicos lugares donde se puede ver cine en Camerún son la salas de proyecciones de las diversas instalaciones del Centro Cultural Francés, salvo las temporadas de vacaciones, cuando el país sólo podrá ver cine en televisión o vídeo.
Los sectores culturales del país creen que para ver películas nacionales o de otros países africanos tendrán que esperar al Festival de la Pantalla Negra, en Yaundé, o acudir al Fespaco, en Uagadugu, la capital de Burkina Faso, también en África Occidental.
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