Aún al calor del triunfo nacional en los pasados Juegos Suramericanos, cumplidos en marzo en Medellín, varios dirigentes, muy orondos, se atrevieron a decir que a los Juegos Centroamericanos y del Caribe iría Colombia a pelear el título, aprovechando la ausencia de Cuba.
Y que había plata para la preparación y que a Mayagüez se iría con equipo completo porque "hay con qué ganar los Juegos".
Pues ni lo uno ni lo otro. Y aunque, en efecto, el país estuvo liderando la primera semana, luego se desplomó ante el asedio de México. Y lo peor, la victoria diáfana de los Suramericanos, con buena ventaja sobre Venezuela (144 oros contra 89 de los patriotas), se vino a pique y, ni siquiera, se pudo con el tradicional rival de la región, menos con México, a la postre, el campeón.
Al final, Colombia alcanzó 101 oros (84 platas y 76 bronces), contra una superior cosecha venezolana de 113 doradas (104 platas y 104 bronces). México, que apretó en la semana definitiva logró 133 preseas de oro (129-122).
En el cierre, Colombia destacó en patinaje artístico, con Alisson González y Leonardo Parrado, cada uno con dos oros; en boxeo, con Davis Julio, oro en los 91 kilogramos; y en polo acuático masculino, con una histórica presea dorada (tras vencer a Venezuela en la final, 6-4).
Pese a todo, en medallería se puede hablar de un productivo balance que mejora los referentes históricos del país en estas justas.
Colombia dominó en pesas, patinaje, patinaje artístico, bolo, esquí, polo. Jorge Luis Cifuentes (patinaje), con cinco oros, fue el mejor deportista del país.
Pico y Placa Medellín
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