Un empate de sabor agrio para un equipo con delanteros sin acierto, sin gol, sin precisión y contundencia de hace un año, así quedó el partido de este miércoles del Boyacá Chicó frente al Deportes Tolima.
Esa fue la sensación que dejó el juego que el once tunjano y Tolima igualaron sin goles en La Independencia, ante unos 5.500 espectadores que aguantaron el intenso frío y las ganas de gritar un gol. El rival supo pararse defensivamente, soportó el desordenado vendaval ofensivo del local y respondió con tres claras oportunidades de gol que supo responder el arquero Walter Noriega.
El conjunto de Alberto Gamero mostró que tenía poco para ganar. Y esto porque carece de delanteros que puedan hacer daño en la defensa contraria. Ni Marco Pérez, mientras estuvo en la cancha (sustituido por Charles Monsalvo) ni el juvenil Armando Díaz lograron concretar lo que en dominio territorial y en construcción desde medio campo hicieron los laterales Pedro Pino y Ormedis Madera, con el cerebro y motor de la escuadra, el argentino Miguel Caneo, quien, mientras tuvo arrestos, impulsó a su gente, con el apoyo del ya característico batallador todoterreno Juan Mahecha.
A despecho de la avalancha del ajedrezado de los primeros minutos, que en los primeros tres empujó al colectivo pijao en su reducto (cobró cuatro tiros de esquina), el remate fue decepcionante, pues los cambios del orientador del boyacense no dieron mejor resultado. Edwin Móvil abandonó, con una discreta calificación, Juan Núñez, su reemplazo no superó los desaciertos de Pérez y Monsalvo no tuvo la suerte que en su debut terminó en la red.
Por esta razón Tolima, que en la segunda parte se defendió más, administró mejor los recursos propios y los desaciertos del anfitrión. Rodrigo Marangoni no desentonó a pesar de que en los tiros libres no acertó; Wílder Medina, quien sustituyó a Luis Peralta, el de la norma, fue inquisitivo y peligroso en las pocas entradas que consiguió, mientras que para el inventario se acredita que a Perlaza, en el último minuto del partido, la espinilla de Noriega le desvió el gol de la victoria.
Un empate que seguramente no resultó justo para la visita, que escasa en llegadas fue más claro ofensivamente. Cristian Marrugo, dos veces a las manos del arquero (una en cada tiempo) y el balón en el travesaño del minuto 33 de la primera parte, quedan para contabilizar las mejores opciones de los vinotinto y oro. Para los de casa, varias llegadas que no concretaron ni Pérez ni Núñez, tampoco Monsalvo ni Mahecha, en la lista de los beneficiados con el chance de marcar. Ah, y ese cabezazo postrero de Núñez, increíblemente desviado, dos minutos antes de concluir el juego. Igualdad que deja con las cuentas desechas al equipo de Boyacá, al menos para ganar el cuadrangular e ir a la final por segunda vez. Pero, sin goles, se aleja cada vez más de esa opción.
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