La exsecuestrada por las Farc, Clara Rojas, inmersa en un proceso judicial para evitar la proyección en Colombia de Operación E, película que relata la historia del campesino al que la guerrilla obligó a cuidar de su hijo Emmanuel cuando ella estaba cautiva, reconoció este lunes que planea hacer una película con su versión.
"Sí, le confieso que tengo un agente contratado para eso, hacer una película no es nada fácil, lleva un tiempo, y vamos a ver si en un tiempo se puede hacer", indicó en una entrevista con la emisora Blu Radio.
Rojas se expresó así en medio de una gran polémica sobre el incierto futuro en Colombia de esta película franco-española, protagonizada por Luis Tosar y dirigida por Miguel Curtois, que se estrenó en diciembre en España y Francia.
Según Rojas, Operación E viola el derecho a la intimidad de su hijo, al que esta película impide "el libre desarrollo de su personalidad", un niño que hoy tiene ocho años y nació fruto de una relación desconocida cuando su madre estaba cautiva.
Reconoció también que tras el rodaje tuvo contactos con uno de los productores, Farruco Castromán, quien, agregó, le ofreció un porcentaje de los beneficios de la distribución pero con el que no llegó a ningún acuerdo.
"A diferencia de lo que dicen los productores, no solo es la historia de (el campesino) José Crisanto, sino toda la trama hace referencia a las dificultades que tuvieron que atravesar en la selva" tanto ella como su hijo, por eso, tras consultar a abogados y médicos, determinó que "no se debe sacar esta situación a la luz pública".
Añadió: "nosotros no estamos de acuerdo con la versión que nos quieren imponer los productores y, si hablamos de los derechos a las víctimas, a nosotros no se nos tuvo en cuenta", al reiterar que la versión de esa cinta está lejos de su realidad.
"No sabemos si fue el campesino quien lo cuido y quien lo tuvo secuestrado durante varios meses", aseveró Rojas sobre la versión de Operación E, cuyo argumento gira en torno al drama que vivió José Crisanto cuando fue obligado a cuidar del niño, al que llevó a un centro de salud tras vivir mil peripecias y el Estado se hizo cargo del bebé.
El drama del campesino, que vivía entonces en territorio ocupado por las Farc, derivó en varios desplazamientos de su familia, amenazada por la guerrilla y después acosada por el propio Estado, que encarceló a Crisanto por secuestro y malos tratos al menor.
Tras las declaraciones de Rojas, el productor Castromán defendió de nuevo la película, también en declaraciones a Blu Radio, y expresó que la cinta recrea la historia de Crisanto, al que reconoció se le hizo un pago económico.
También afirmó que lo relativo a Emmanuel y a la propia Clara se enmarca en la información difundida por los medios de comunicación, ya que ese caso se convirtió en un asunto de Estado al involucrarse en 2008, cuando fue liberada la mujer, el entonces presidente, Álvaro Uribe, y de Venezuela, Hugo Chávez.
Clara Rojas interpuso en diciembre la tutela ante la justicia para evitar la distribución de Operación E en Colombia, una acción sobre la que el Tribunal Superior de Bogotá decidirá a finales de enero.
Los productores, en su pliego de alegaciones, consideran que la exsecuestrada interpuso la tutela al no estar de acuerdo con los términos económicos que le habían ofrecido y porque entre sus planes estaba hacer su propia película.
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