Julián Esteban Duque López bailará ballet hasta el día en que se muera. A pocos se les revela el destino tan rápido. Y pocos también alcanzan el camino del triunfo con tanta velocidad.
Este joven de 18 años nacido en Itagüí y radicado en Estados Unidos hace 13 es uno de esos. Lleva apenas un año en el baile pero ya se proyecta como uno de esos tantos colombianos que producen noticias desde el exterior.
Aunque no tomó clases de ballet desde pequeño, como es lo común, ha logrado mucho en muy corto plazo. “Para los hombres es más fácil ser profesionales aunque comiencen tarde, simplemente porque no es común ver un bailarín y sí a una bailarina. Obvio que entre más temprano empiece uno mejor, pero yo me he esforzado todo este año y he avanzado mucho".
Desde que se graduó del colegio, Julián se ha dedicado al baile, incluso no siguió una carrera universitaria para meterse de lleno en el ballet.
El apoyo de su familia, amigos y profesores se ha hecho notar y están muy orgullosos de los frutos que ha cosechado. “Mi mamá me dice que con tal de que yo sea feliz, ella está feliz, y que me apoya en todo lo que haga; mis amigos no ven la hora de estar en una de mis presentaciones y mis profes me dicen que no deje esa humildad que me caracteriza”.
A este joven también lo apasionan el arte, las ciencias, las matemáticas y los deportes como la natación y el atletismo. Además es un amante de los idiomas, además de hablar ingles y español, Julián también sabe francés y quiere aprender italiano, ruso, mandarín y alemán.
Él llegó a este mundo gracias que una de sus compañeras de estudio, también paisa, lo invitó a tomar una de las clases de danza que ofrecían en el colegio. Después de ese primer día quedó impresionado del talento que tenía y siguió asistiendo. Gracias a ese talento ya ha llegado muy lejos y se perfila como uno de los nuevos bailarines de ballet con más talento en Estados Unidos.
La prueba es que este joven toma sus clases en escuelas importantes de ese país. En un tiempo asistió a la academia “The Georgia Ballet” donde realizó dos de las presentaciones en la que ha tenido la oportunidad de participar como artista invitado. Ahora se encuentra becado en la escuela de danza más prestigiosa de Estados Unidos, Central Pennsylvania Youth Ballet.
Julián creció en una familia muy católica y es por eso que cada que tiene una presentación se encomienda a Dios. “No tengo un amuleto ni nada por el estilo, solo le pido a Dios que me ayude, que me vaya bien y sobre todo que mi audiencia quede feliz con mi presentación” cuenta Julián.
Este joven tiene proyectado enseñar ballet en diferentes países incluyendo el suyo, y hacer giras en la que pueda demostrarle al público su talento y transmitir todo su carisma. “Mi plan es bailar hasta el día que muera, yo digo que voy a tener ochenta y pico de años y voy a morir de un ataque al corazón durante una presentación” asegura entre risas
Pero no va a esperar a tener esa edad para volver a Colombia. Hace tres años que no viene pero le hace mucha falta su país, en especial Medellín donde está toda su familia. “Me siento muy orgulloso de ser colombiano, sobre todo de ser paisa”. Volver a vivir en Medellín es una opción, pero después de realizarse como bailarín.