Una suma de eventos desafortunados generaron polémica en Colombia y Nicaragua. No obstante, el gigante militar que estuvo en el medio, Rusia, mantuvo la calma y cortó por lo fino el debate, tal como lo predijeron el Gobierno Nacional y los expertos.
"Estamos convencidos de que no habrá quien consiga sembrar una sombra de duda, en los sentimientos de franca amistad y mutuo entendimiento propio de la relaciones de Rusia y Colombia", fue el mensaje que el Gobierno ruso le entregó a la embajada de Colombia en Moscú.
Pero para entender la polémica, que no ha terminado, hay que empezar por un hecho un tanto simple: dos bombarderos nucleares rusos transgredieron el espacio aéreo colombiano a principios de este mes, lo cual fue comunicado por el presidente Juan Manuel Santos y, de inmediato, se generó la controversia sobre el por qué estarían aeronaves militares rusas cruzando el Caribe entre Venezuela y Nicaragua.
Hasta ahí la situación se mantuvo en relativa calma, pero se volvió polémica nacional, cuando dos altos oficiales rusos, que estaban de visita en Nicaragua con tres buques de guerra, declararon que en un eventual conflicto con Colombia ellos apoyarían a Nicaragua, "si existe la decisión política".
Las afirmaciones desencadenaron una serie de reacciones en Colombia y el Congreso citó a la canciller María Ángela Holguín, al ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón y a varios miembros de la cúpula militar, para que dieran explicaciones extraordinarias sobre las actuaciones rusas.
El Gobierno explicó entonces que la situación no ameritaba una respuesta armada, sino una salida diplomática, expresada en una nota diplomática, que causa más revuelo político que jurídico.
Insuficiente
Sin embargo, esa respuesta colombiana, sumada a la respuesta rusa revelada ayer, no fue suficiente para varios congresistas y políticos.
El Partido Conservador manifestó "su profunda preocupación por la actitud del Gobierno Soviético (sic) de violar el espacio aéreo colombiano y de insinuarse como posible participe de actitudes bélicas, en caso de darse, en razón de la controversia por límites marítimos entre Colombia y Nicaragua". Además, pidió que se convocara de manera "urgente" a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores.
En el mismo sentido, la exministra de Defensa Marta Lucía Ramírez pidió "mayor contundencia en la respuesta colombiana. Estamos en mora de pedirle al embajador de Colombia en Rusia que vuelva a presentar descargos".
Mauricio Jaramillo, internacionalista de la Universidad del Rosario, afirmó que "lo que ha hecho el Congreso, muestra de nuevo que es un cuerpo errático en materia de política exterior".
Y agregó que "hay muchos miedos de Colombia frente a Rusia a partir del desconocimiento. Todavía se cree que Rusia es la Unión Soviética y que tienen interés expansionista como en la época soviética, y esto, sumado al tema del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, genera una satanización de Nicaragua, lo mismo que de Venezuela, entonces la ciudadanía hace conjeturas y piensa en una guerra fría".
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