x

Pico y Placa Medellín

viernes

3 y 4 

3 y 4

Pico y Placa Medellín

jueves

0 y 2 

0 y 2

Pico y Placa Medellín

miercoles

1 y 8 

1 y 8

Pico y Placa Medellín

martes

5 y 7  

5 y 7

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

6 y 9  

6 y 9

Del amor literario se puede vivir, como ellos

QUE SER ESCRITOR puede ser una cosa difícil cuando aún no se tiene un nombre (o teniéndolo), puede ser. Pero, es una necesidad para quienes tienen el talento. Tres jóvenes conversan sobre ese camino, tan literario y esencial.

  • Del amor literario se puede vivir, como ellos | Julio César Herrera | Arturo Restrepo es poeta y profesor de poesía de la Universidad de Antioquia. Publicó su libro Apuesta de cenizas . Janeth Posada Franco escribe cuentos. Su libro Cuando una mujer está triste es su segundo texto. Marcel René Gutiérrez Gómez es promotor de lectura. Publicó su segundo libro, Pequeña colección de ausencias.
    Del amor literario se puede vivir, como ellos | Julio César Herrera | Arturo Restrepo es poeta y profesor de poesía de la Universidad de Antioquia. Publicó su libro Apuesta de cenizas . Janeth Posada Franco escribe cuentos. Su libro Cuando una mujer está triste es su segundo texto. Marcel René Gutiérrez Gómez es promotor de lectura. Publicó su segundo libro, Pequeña colección de ausencias.
01 de noviembre de 2010
bookmark

El poeta Rainer Maria Rilke lo condenó con sus letras: "si puedes vivir sin escribir, no escribas". Y Arturo, no pudiendo vivir sin escribir, se volvió poeta.

Por supuesto, eso no es una cosa de despertarse y ya. "Es un acto de fe, totalmente solitario" y que viene, muy seguramente, con la persona. "Empecé con la inquietud, guardando hojitas, leyendo mucho. Sólo que se volvió serio cuando me atreví a sacar del cajón y a mostrarle a otros".

Arturo Restrepo fue ganador de la Beca de Creación en Poesía Joven 2009 que otorga la Alcaldía de Medellín. Presentó su proyecto, convenció y ahora tiene Apuesta de cenizas, su primer libro.

Cuando decidió mostrar sus escritos fue a buscar a escritores, a personas que le pudieran comentar y criticar con argumentos. Y ahora, la poesía no lo suelta, le encanta "la contención del poema, su precisión, la fuerza de la palabra".

Es una cuestión de mucha disciplina, tal vez no de escribir a diario, pero sí de leer y tener cuidado. "De estar a la espera del poema", dice él.

Y como Arturo, Janeth Posada y Marcel René Gutiérrez, también, en algún momento, la literatura, pero esta vez en cuento, los atrapó para siempre. Se ganaron la Beca en 2009 en Creación de Cuento.

Más que fama, ser feliz
Para los dos fue su segundo libro. El de ella, Cuando una mujer está triste; el de él, Pequeña colección de ausencias. El primero de Janeth lo hizo con sus propios recursos y a Marcel lo impulsó la Fundación Arte y Ciencia.

La beca fue una posibilidad para publicar sus letras. "Es difícil lanzarse cuando no tienes un nombre", explica Janeth, mientras Marcel añade que la beca "no es la puerta, pero es una puerta. Una editorial no te va a publicar, si no te conocen".

Ahora bien, más allá de publicar, el primer paso para aceptar que se quiere ser escritor, coinciden los tres jóvenes, es el más difícil. "Nos han metido que la literatura es para desocupados", indica Janeth. Y quizá por eso se hace complejo decir que se va a seguir un camino, en eso que se quiere.

Por ejemplo, para Janeth y Marcel que, respectivamente, estudiaron Ingeniería Administrativa y Mecánica, decir que se iban a dedicar a otras cosas, a buscar trabajo por el lado de la literatura, sí que fue difícil.

Lo que pasa es que, como expresa ella, "es lo que me hace feliz. Además, sin pensar en la fama y si uno hace su trabajo y deja fluir las ideas, no se hace tan complicado".

Todo por la literatura
No son famosos (que es lo de menos). Sus nombres están impresos en libros que ya se venden en las librerías de la ciudad y están en muchas bibliotecas. Y lo importante, que alguien los está leyendo.

"Con la publicación pasa algo muy extraño y es saber que eso ya no es de uno. También es saber que hay un compromiso mayor", reflexiona Arturo.

A él le queda una anécdota. Su hermano no es muy lector y un día entró con su libro a pedirle un diccionario. Después volvió y, contundente, le dijo: "usted sí es muy teso. No entendí nada". "El juego con el lector es otro reto", concluye el poeta.

Ellos, que ahora se mueven entre las letras, señalan que en Medellín hay mucha gente que está escribiendo. Y con las becas, resaltan, le apuestan a muchos jóvenes que apenas se deciden por la literatura.

Ser escritor, muchos creen, es una cosa de locos. Y no tanto. "A veces se imaginan que uno es un nerdo solamente -cuenta Marcel - o que está más arriba de los demás. Y no, uno come igual, le gusta el fútbol".

Ahora bien, como coinciden los tres, si ellos no hacen nada, nadie lo va a ser. Están seguros de que se puede vivir de la literatura. Al fin y al cabo, en palabras de Arturo, "se convierte en una forma de estar. Es esa posibilidad para soportar y vivir".

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD