La detención de un presunto jefe de Los Zetas, el grupo armado del cartel mexicano del Golfo, con comprobantes de pago para un total de 4.000 supuestos sicarios, puso este jueves al descubierto la dimensión y el poder del crimen organizado en México.
El Ejército mexicano capturó en Apodaca, municipio de la zona metropolitana de Monterrey (norte del país), a Carlos Adrián Martínez Muñiz, alias "El Borrado", considerado el segundo al mando de Los Zetas en el estado de Nuevo León, uno de los focos económicos más pujantes del país.
El presunto jefe de sicarios tenía sobres con registros de depósitos bancarios hechos a más de 4.000 personas, que según las autoridades son presuntos sicarios distribuidos por todo México.
Martínez fue detenido con "143 carpetas con leyendas de diversos estados y municipios, conteniendo cada una de ellas entre 30 y 50 sobres", precisó el Ejército en un comunicado.
Según fuentes de la investigación, en el interior de cada sobre había fichas individuales de depósitos a nombre de diferentes personas, presuntamente pistoleros en nómina del crimen organizado.
Los depósitos iban dirigidos a personas residentes en estados repartidos por todo el país como Nayarit, Oaxaca, Durango, Zacatecas, Coahuila, Campeche, Tamaulipas y Nuevo León, entre otras entidades.
Las carpetas con las fichas de depósito incluían nombres de delincuentes que ya fueron detenidos e integrantes de Los Zetas fallecidos, en cuyo caso el pago se hacía a sus familiares.
Gobierno ofrece recompensa
Los Zetas, una organización criminal fundada por ex miembros de las fuerzas armadas mexicanas, que entre sus filas cuenta además con antiguos militares guatemaltecos de elite conocidos como "kaibiles", es considerada por las autoridades mexicanas como el brazo armado del cartel del Golfo, uno de los más poderosos del país.
El Gobierno mexicano ofrece hasta 30 millones de pesos (unos 2,2 millones de dólares) por información que permita la captura de Heriberto Lazcano Lazcano, conocido como "El Lazca", "Z-14", "Z-3", "El Verdugo", "El Bronce" y "El Pitirijas", y máximo líder de Los Zetas.
El cartel del Golfo-Zetas, como a veces lo denomina el gobierno mexicano, mantiene el control de la venta y tráfico de drogas en la región noreste del país, que comprende estados como Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León.
Sin embargo, opera también en Veracruz, Tabasco, Campeche, Nayarit y Oaxaca, donde libra guerras a muerte con organizaciones rivales para hacerse con el mercado de las drogas.
Cuando fue detenido, el presunto jefe de sicarios se encontraba dentro de un vehículo sin placas de circulación.
A "El Borrado" le fueron confiscados 24 gramos de cocaína en piedra, 37 gramos de cocaína en polvo, un arma larga, dos cargadores, 52 cartuchos, y dos máquinas de contar billetes, además de las carpetas con la documentación de los presuntos pistoleros.