La situación recesiva que atraviesa la economía internacional ha puesto de presente la importancia que tiene para el país la diversificación de su oferta exportadora. Al mismo tiempo, las dificultades que afectan a nuestros principales socios comerciales hacen recomendable avanzar en el proceso de diversificación geográfica de nuestros mercados de exportación.
Durante los años sesenta y setenta, la incipiente tecnocracia colombiana estableció como objetivo prioritario la eliminación de la condición de país mono-exportador originada en la excesiva dependencia del sector externo en las ventas de café. Ese objetivo se logró. Las exportaciones de café pasaron de representar las tres cuartas partes de las exportaciones totales a la cifra de 5% actual. Eso ocurrió, no por la disminución de las ventas externas de café, sino por el mayor crecimiento de las exportaciones de otros bienes.
La diversificación de la oferta exportadora lograda hasta ahora tiene varias ventajas. Reduce la vulnerabilidad de la economía a los choques externos en la medida en que disminuye el impacto de las oscilaciones en el precio internacional del producto dominante. La experiencia reciente de Venezuela ilustra la fragilidad económica que produce la excesiva dependencia de las vicisitudes del mercado internacional del petróleo.
Otra ventaja de la diversificación de exportaciones es que incrementa la capacidad de innovación del aparato productivo. Una vez se desarrolla la tecnología requerida para elaborar determinado bien exportable, ese conocimiento puede aplicarse a la producción de bienes de mayor complejidad. Asimismo, las canales de distribución y los sistemas logísticos desarrollados para exportar un producto específico pueden utilizarse para exportar productos diferentes.
Una vez consolidado un mercado externo para flores colombianas como rosas, claveles y crisantemos, han surgido oportunidades para exportar flores exóticas, follajes y bouquets. Al establecerse un sistema de transporte marítimo de flores en contenedores refrigerados entre Colombia y el Reino Unido, se ha encontrado que el mismo sistema sirve para exportar aguacates.
La apertura comercial de los años ochenta y noventa ayudó a crear la mentalidad exportadora que ha contribuido a la vigorosa expansión que registran las exportaciones de manufacturas. Además de que ha aumentado la variedad de productos industriales que se exportan, también se ha ido incrementando su contenido tecnológico. Dentro de este orden de ideas, se destaca el vigoroso crecimiento de las exportaciones no-tradicionales de Antioquia en lo que va corrido del año, de las cuales el 75% son productos de origen industrial.
Un campo en el cual se puede avanzar más es el de la exportación de servicios. El turismo internacional ha demostrado tener potencial de crecimiento. Algo similar se observa respecto a la exportación de servicios de salud, los call centers y los servicios de ingeniería, consultaría y administración.
La diversificación de los mercados externos contribuiría a reducir la incidencia sobre nuestras exportaciones de la volatilidad de Venezuela y Ecuador. Sería desaconsejable responder con retaliaciones a la decisión ecuatoriana de imponer aranceles a las exportaciones colombianas. La respuesta constructiva a la inestabilidad de nuestros vecinos petroleros es la apertura de nuevos mercados.
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