En el arte pueden suceder felices coincidencias. Encontrar nuevas técnicas. Explorar desde adentro. Y seguir el camino. Así les sucede a Jorge Gutiérrez, María Eugenia Pedraza y María Clara Villa, tres artistas que trabajan en una especie de laboratorio en el que se reúnen para compartir hallazgos.
Con ellos en su cuaderno de notas se van, luego, a realizar el trabajo solitario, ese que permite consolidar una obra para luego mostrarla, y por supuesto, venderla, con el fin de que sugiera otras sensaciones y sentidos.
Así como ellos se atrevieron a exhibir lo que se transforma adentro, así también se puede disfrutar un poco del cielo, pero en la tierra. Una exposición de arte sacro, con pinturas del siglo XVII y XVIII, que desde su historia cuentan toda una época y una religión.
Pico y Placa Medellín
viernes
no
no