Apenas me había bajado del benjamín de la casa, del más pequeño, pero con unas sensaciones de deportividad y de buen desempeño que me dejaron un agradable sabor tras recorrerlo por varios kilómetros y días en Medellín y sitios cercanos, cuando ya en el Audi Center en Medellín me tenían otra propuesta.
Esta vez era pasar a ligas mayores. Ahora la idea era probar uno de sus carros más emblemáticos, el Audi A6, un sedan de tamaño mediano, con todas las características de un carro citadino, ejecutivo, sobrio, con porte y elegancia que atrae miradas de conocedores y profanos en materia automotriz.
La propuesta era totalmente imposible de rechazar. El carro llama la atención en primera instancia por su dimensiones.
Si bien en el segmento y sus competidores este no es el automóvil de más tamaño, es de una longitud generosa, poco más de cuatro metros, que con una distancia entre ejes amplia, le entregan a los ocupantes del vehículo un espacio interior bastante amplio.
Su frontal con la gran parrilla trapezoida, una amplia toma de aire y sus luces como en una forma de L reflejan un diseño a la vez elegante y robusto. También con un dibujo que no deja por fuera un aire deportivo.
Las dos líneas que marcan sus costados le dan a este carro una sensación dinámica. De tensión cuando está detenido. Adentro el carro ofrece un ambiente totalmente acorde con la impresión que transmite en el exterior, desde los materiales en los que están desarrollados sus distintos componentes, los empates entre estos y las texturas que ofrecen al tacto, como en la disposición de los mismos.
En una consola central se alojan la palanca selectora de cambios, el botón de encendido (la llave se carga en el bolsillo), el "mouse" para controlar la computadora, y los sistemas de información que se observan en la pantalla central.
La ubicación del conductor tiene dos posibilidades de memoria. A los ocupantes, especialmente adelante, los reciben asientos firmes y con una muy buena sensación de sujeción. En algunos recorridos en los que exageramos un poco el giro en curvas no se presentó la molesta sensación de desplazamiento.
También la visibilidad ofrece unas buenas condiciones tanto por la disposición de sus espejos, como por los amplios espacios acristalados que tiene el vehículo.
Y si algo falta, las alertas de reversa y de presencia de objetos adelante también son una ayuda muy útil especialmente al parquear y maniobrar en espacios más reducidos.
¿Cómo rueda?
Con este tipo de vehículos puede existir la prevención que en su desempeño las sensaciones no sean totalmente agradables. Sin embargo, con el Audi A6 esta se elimina desde los primeros segundos en los que se rueda por las calles de la ciudad.
Se encuentra en motorización 2.8, 3.0 gasolina y 3.0 diésel.
El arranque del carro es muy seguro, firme, no entra en dudas ni demoras injustificadas para mostrar todo el empuje que puede tener.
Tan solo con un pequeño movimiento del pie derecho y ya el carro está avanzando de forma progresiva y lineal en la entrega de torque, que se obtiene desde unos niveles bajos en el tacómetro.
Su motor asociado a una caja automática que puede manejarse también en modo semimanual, ofrece unas relaciones muy ajustadas al trasiego por la particular geografía del país. Unas relaciones que permiten recuperaciones rápidas con pocas caídas de vueltas entre marcha y marcha y que hacen que el desplazamiento sea muy lineal, sin brusquedad cuando pasa de una marcha a otra.
Al rodar sobre carreteras reviradas el carro se siente muy aplomado, no se detectan sensaciones de sobregirada o subvirajes. Sus ayudas electrónicas operan de manera muy precisa y apenas perceptible, incluso cuando se va un poco más allá de límites comunes.
Un carro que brinda una alta sensación de seguridad en su manejo, comodidad de alto nivel para sus ocupantes y un desempeño destacable en su categoría.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6