Un cartel que decía ¡felicitaciones, representante antioqueño en nuestra Selección! tuvo que esperar casi tres días para ser desenrollado por Grinyer.Deseosos de abrazarlo y felicitarlo, antes que todos, la abuela Ana Elvia Flores, la mamá Consuelo Valencia, y los hermanos Sebastián y Johnny, tuvieron que esperar con paciencia a que Grinyer, como llaman a Andrés Murillo, pasara raudo y sin fijarse que lo estaban aguardando a la entrada de Zamora, antes de "aterrizar", en la madrugada de ayer, en su residencia.
"Fuimos a esperarlo, casi a media noche cerca a Zamora, pero Andrés pasó y no lo vimos". Él, mientras, ya estaba en su casa, donde se sorprendió que no hubiera nadie. "Nos tuvo que llamar a decirnos que nos regresáramos, porque ya estaba en la casa", contó, con gracia, Ana Elvia.
Culpándose los unos a los otros por no ver a su campeón mundial de fútbol de salón pasar en un taxi, los cuatro se devolvieron "muertos" de la risa hacia el barrio El Cairo de Bello.
Allí, expresa doña Consuelo, "le hicimos saber lo orgullosos que estamos de él, conversamos hasta las 3:00 de la madrugada y entre todos le dimos gracias a Dios por empezar a hacerle realidad los sueños a mi muchacho".
También llegaron las promesas para el almuerzo. "Tenía que ser con mucha carne, como le gusta, y un festejo mayor para el sábado con la familia en pleno".
La trasnochada no impidió que muy temprano, Grinyer saliera al balcón de su casa a mostrarles y dejarles tocar a sus vecinos la presea dorada que obtuvo con la Selección Colombia.
Y cuando la mañana se hizo más clara, cerca de medio centenar de chicos que buscaban un cupo para el Interescolar con la ilusión de imitar a Andrés, aparecieron en escena en la placa del Cairo, donde Murillo le tocó recibir todas las miradas y aplausos.
David Vanegas, uno de los chicos presentes, se mostró feliz. "Andrés es un monstruo y con su hazaña hará que aumente el nivel en Bello, porque si él pudo, nosotros también".
Y como respuesta, Grinyer dio una exhibición de sus habilidades con el balón y prometió rifar una de sus prendas con las que consiguió el título. Pero, igual, aprovechar la ayuda que ofreció el presidente Juan Manuel Santos para mejorar la placa de El Cairo para convertirla en el fortín del micro bellanita, "porque de aquí tienen que salir más campeones mundiales".
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