Galardonado el viernes con el premio Nobel de Paz, Liu, de 54 años, fue condenado a 11 años de prisión en Navidad del año pasado por hacer campaña a favor de las libertades políticas, una dura sentencia criticada ampliamente por grupos de derechos humanos, Washington y varios gobiernos europeos.
Liu ha sido uno de los críticos más combativos del régimen chino, y sus comentarios públicos han irritado frecuentemente al Gobierno, que insiste en que China es un país donde rige la ley y que respeta los derechos humanos fundamentales.
"Usar la ley para promover derechos puede tener sólo un impacto limitado cuando la justicia no es independiente", dijo Liu a Reuters en el 2006, cuando estaba bajo arresto domiciliario, en un comentario típico de los que suelen molestar a Pekín.
Su voz
Liu ayudó a organizar la petición Carta 08, que pedía amplias reformas políticas y tomó como modelo la Carta 77, declaración fundamental del movimiento de derechos humanos que sacudió los cimientos del régimen comunista en la antigua Checoslovaquia en 1977.
Liu había sido postulado para el Nobel por Vaclav Havel, el dramaturgo disidente y figura clave de la Carta 77 que se convirtió en presidente de Checoslovaquia tras la caída del comunismo, y por el capítulo estadounidense del grupo de derechos humanos International Pen.
La esposa de Liu, Liu Xia, dijo que si bien el encarcelado militante estaba bien de ánimo, su salud no estaba tan bien. La mujer vio a su esposo por última vez el 7 de septiembre.
"Los amigos de Liu Xiaobo suelen decirme que ellos quieren que él obtenga el premio más que él, porque creen que es una oportunidad para cambiar China", dijo la mujer.
El ahora galardonado permaneció de pie en silencio el año pasado en un tribunal de Pekín cuando un juez lo declaró culpable de "incitar a la subversión del poder estatal" por su papel en la Carta 08 y por ensayos online críticos con el gobernante Partido Comunista.
A Liu no se le permitió responder a la sentencia en el tribunal.
Su caso cosechó críticas entre los gobiernos occidentales y activistas de derechos humanos chinos e internacionales.
"El dice lo que sea que está pensando", dijo Pu Zhiqiang, amigo de Liu y un muy conocido abogado chino de derechos humanos.
"No creo que un premio Nobel para Xiaobo o cualquier otra persona china pueda tener un impacto enorme sobre la situación de los derechos humanos en China. Pero ciertamente podría alentar a más personas a luchar por estos valores", agregó Pu.
Esta no es la primera experiencia de Liu en la cárcel.
Su historia
El ex profesor de literatura fue encarcelado 20 meses después de que el ejército aplastó las protestas en Tiananmen y luego pasó tres años en un campo de trabajo de "reeducación" durante la década de 1990, y varios meses bajo un virtual arresto domiciliario.
En el juicio de diciembre pasado, el tribunal limitó a 14 minutos el tiempo para que Liu y su abogado defendieran el caso, el mismo tiempo que los fiscales pasaron exponiendo las acusaciones, indicó su letrado.
"Xiaobo y yo estuvimos muy calmados cuando se leyó e lveredicto. Estábamos mentalmente preparados para recibir una larga sentencia", dijo en ese momento Liu Xia, a quien se le permitió escuchar el veredicto.
Sus escritos "tienen el objetivo de subvertir la dictadura democrática popular de nuestro país y del sistema socialista", señaló el veredicto.
"Los efectos fueron malignos, y él es un criminal importante", agregó.
