Las playas de Capurganá, tan deslumbrantes y suaves, están tan visitadas como siempre y no es real que la falta de energía haya afectado a todos los hoteles que hay disponibles allí.
"Nos preocupa que la gente se desanime y decida no visitarnos porque se ha dicho que no hay luz. En la mayoría de hoteles contamos con plantas eléctricas privadas durante las 24 horas para ofrecerles una atención óptima a los turistas", informa Luisa Johnson, gerente comercial del Hotel Almar.
Y es que, precisamente en esta época de vacaciones, el gremio de los hoteleros espera que los viajeros no cambien a Capurganá por otros destinos tradicionales.
"Capurganá ofrece planes ecoturísticos propicios para que los visitantes se relajen y empiecen el año con calma y tranquilidad", dice Luisa.
Por ejemplo, en el caso del Hotel Almar, el tour incluye visitas opcionales a las playas Soledad y El Aguacate, a Sapzurro y, en Panamá, una caminata a La Miel y una excursión marítima a la isla de San Blas.
Todos estos son recorridos en los que los turistas entran en contacto con la naturaleza, abundante en arborización y aves tropicales.
¡Qué delicia de plan!
Si el turista pasa sus días en el Hotel Almar, una vez desciende de la avioneta, cuyo trayecto desde Medellín es de 1 hora 10 minutos, el personal de la hostería le dará una cálida bienvenida.
Luego, abordará un burro, así como lo lee, un burro que le dará un paseo por el pueblo y lo llevará hasta las instalaciones del hotel.
Allí los mimos para los turistas apenas comienzan, pues el trato por parte de los empleados hace sentir al viajero como si acabara de llegar a su propia casa.
En Capurganá hay tiempo para la ecología, el entretenimiento y, como no, para un merecido descanso.
En las primeras horas de la mañana los paseos en lancha descubren paisajes inolvidables: miles de pájaros adornan cada pedazo de cielo y el mar deja ver la riqueza que caracteriza al Chocó.
Ya en el hotel, la diversión es doble. El ambiente será tan familiar, que en las integraciones los turistas terminan pareciendo amigos de toda la vida.
Se vale bailar, cantar, tomarse algunos cocteles y, luego, dormir hasta que la salida del sol invite nuevamente a disfrutar de esa vista espectacular. ¡Con razón dicen que el mar legítimo es el de Capurganá!
"En este momento el hotel tiene un 70 por ciento de ocupación. Ojalá que en los próximos días recibamos más visitas", dice Luisa.
Si usted no se ha decidido, le daré el empujoncito final. La experiencia es única: conocer Capurganá es como ir al mar por primera vez.