Los cerros tutelares del Valle de Aburrá le sonríen al boyacense Giovanni Báez (Une).
El año pasado, en el Alto de Santa Elena, el corredor nacido en Nobsa hace 28 años, se puso la camiseta de líder de la Vuelta a Colombia, que finalmente ganó.
Ayer, en un solo de pedal, subió como una exhalación al alto de El Escobero. Primero, en la compañía del grupo que componía la Clásica Inder de Envigado; después, en pareja con Francisco Colorado (GW Shimano). Y, finalmente, en solitario, para ganar a su aire, tanto la tercera etapa como la general.
"Esta (El Escobero) es una subida muy exigente. Por fortuna me siento bien de cara a lo que será el Clásico RCN que se iniciará el sábado", comentó el ganador de la escalada en grupo que tuvo un trazado de notable inclinación y exigencia a lo largo de 9,9 kilómetros.
Báez pareció tener un émbolo en las piernas. Primero fue a la marca del líder Carlos Ospina (GW-Shimano) pero, después del tercer kilómetro, el boyacense procuró a Francisco Colorado, quien había lanzado la fuga inicial.
"Me dio bazo y esto me perjudicó. Después estuve en la marca de Báez, que en el remate marchó muy duro", anotó Colorado, segundo de la jornada y de la general final de una competencia que nació por lo alto, por lo generoso de la participación y lo cuantioso de la premiación.
El tiempo de 35.20 de Giovanni Báez es el segundo, después del logrado por Hernán Buenahora de 33.56, en el Clásico RCN de 2004.
En la cosecha de ayer, Báez se llevó a la bolsa del equipo Une, 100 mil pesos de la etapa, un premio de 500 mil por ganar en El Escobero (Nacional de Icopores) y 1.5 millones como vencedor de la prueba, segunda suya de la temporada 2009, para sumar 2.1 millones.
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