Al fútbol colombiano le ha surgido una nueva polémica. Algunos jugadores se están haciendo expulsar de gusto los domingos, antes de los partidos de la Copa Postobón que se juegan los miércoles, para pagar en la fecha de ese torneo (que aparentemente consideran menor), las suspensiones por acumulación de tarjetas amarillas o rojas y no quedar por fuera de los partidos importantes.
No está bien visto que un jugador de fútbol profesional se haga expulsar de gusto para hacerle un esguince a la ley. La tarjeta roja debe ser una sanción ejemplar para el deportista que comete una acción violenta o una conducta antideportiva y no una salida impune a un castigo.
Por respeto al juego limpio y al patrocinador de la Copa, los directivos de la Dimayor deben revisar esta situación.
Pico y Placa Medellín
viernes
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