Aunque el muro de Berlín fue derribado hace 20 años, seguramente pasará a la historia como un monumento a la ignominia mundial y a la impotencia de muchas personas que se vieron separadas si bien los unía lazos de amor o de amistad; fueron separadas a la fuerza por las ideas marxista-leninista, apoyadas por Hitler; y del comunismo de aquellos días.
No obstante el tiempo cambia, y también los personajes, algo de similitud encuentro hoy con lo que pasa en América Latina y ese famoso y tristemente célebre muro. La brutalidad, la injusticia, la mentira y la fuerza sin ninguna duda es personificada en estos días por Hugo Chávez, apuntando a construir un muro de odio, resentimiento, dolor y sufrimiento entre dos pueblos hermanos que, como tal, siempre se han amado y respetado. La mentira y la farsa está en lo que en el fondo tiene su errada ambición, pues disfraza el comunismo con narcotráfico y terrorismo pretendiendo ser el director de esa descabellada pantomima y convertirse en resumidas cuentas en el héroe de la región.
Las rabietas y sus repetidos insultos contra nuestro Presidente son porque pierde uno de sus aliados y ve con impotencia que ya el Presidente Correa está cerca de reestablecer relaciones con nuestro país, reconociendo en silencio que alguna vez estuvo equivocado sobre todo cuando apoyó su errado plan.
El Gobierno colombiano también se manifestó criticando la pasividad y el silencio de Unasur, al no pronunciarse sobre las declaraciones groseras e insultantes del mandatario venezolano, esto casi lo saca de la ropa; pues es allí donde están sus potenciales aliados. Ni qué decir de los repetidos desaires del congreso brasileño aplazando una y otra vez el ingreso de Venezuela a Mercosur.
Las últimas noticias nos cuentan que las Farc reclutan menores de edad para conformar grupos en la frontera, con el fin de defender la independencia de ambos países. Me pregunto ¿será para el muro? ¿Quién los estará apoyando?... Blanco es?
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