Luego de escuchar una canción, los niños echaron mano de los marcadores de colores para pintar sobre una larga tira de papel las imágenes con las que iban a describir lo que sintieron con letra y música.
Esta fue la actividad que desarrollaron ocho de los 17 alumnos inscritos en el programa Juegos literarios, de la ruta cultural del proyecto Jornadas complementarias.
Este es el proyecto de la Alcaldía de Medellín que busca aprovechar el tiempo libre de los estudiantes, con ofertas atractivas desde el punto de vista deportivo, cultural, de tecnología y bilingüismo, y contribuir a una formación más integral del individuo no solo en el proceso de formación académica, sino en conceptos de ciudadanía. Una forma potenciada del modelo de los colegios privados.
“Con estos talleres de juegos literarios les estamos mostrando que hay muchas formas de contar lo que sentimos, pensamos y vemos: escribiendo, pintando, narrando”, expresó la tallerista Carolina Salazar .
Reconoce que no todos muestran el mismo compromiso, pero señala que es parte de un proceso. “Ya vemos que hay un grupo muy entusiasta, entre ellos Juan Pablo Cano , quien cursa 4° grado en el Centro Educativo Travesías El Morro y no falta a los talleres”, dice Carolina.
“Me encanta pintar pájaros, plantas, montañas”, cuenta el niño.
También se busca que las tradicionales visitas guiadas a los sitios culturales, recreativos y referentes de la ciudad, que se hacían dentro de la jornada normal, hoy hagan parte de las Jornadas complementarias.
“La oferta institucional está cifrada en dos días a la semana, dos horas cada niño para que tengan un desarrollo motriz o pedagógico dependiendo de la ruta que escojan. El planteamiento es que más importante que aprender a jugar fútbol es trabajar en equipo”, explica Luz Elena Gaviria , secretaria de Educación de Medellín.
La Alcaldía ha dispuesto 74 mil millones de pesos para el proyecto de jornadas complementarias con el cual aspira en este cuatrienio llegar a 74 mil estudiantes. El programa avanza desde julio en la zona noroccidental de Medellín y en los corregimientos de San Sebastián de Palmitas y en San Cristóbal con ocho mil chicos.
“Hay un compromiso entre el rector y la Secretaría de Educación de implantar dentro de su curriculum y de su gestión la jornada complementaria como un proceso de estudio de la institución de educativa”, afirmó la funcionaria Gaviria.
Aparte de eso los padres de familia firman un convenio de matrícula con la institución en el que aceptan que su niño se inscriba en una de las rutas.
Se suma que la entidad que imparte la disciplina (el Índer, la Secretaría de Cultura, el taller de danzas...) debe tener un proceso evaluativo trimestral de los chicos que debe entregar a los padres de familia.
Otro logro importante es que la Alcaldía ha identificado los escenarios disponibles en cada zona para desarrollar todas las actividades de la jornada complementaria.
“Este es un reto bien complicado porque la ciudad no está preparada para tener en la jornada complementaria a los 400 mil estudiantes que están matriculados en las diferentes instituciones de la ciudad”, señala la Secretaria de Educación.
Agrega que esta exigencia va a llevar al Municipio a que haya requerimientos de más escenarios o también obras de mejoramiento de instalaciones porque lo que se busca para los estudiantes, como objetivo adicional, es que los niños y toda la comunidad vuelvan a recuperar sus territorios.
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