En completa normalidad transcurrió la jornada electoral en el sur del Valle de Aburrá gracias al acompañamiento de la Policía, que destinó para esa zona cerca de 1.500 de sus hombres.
En Envigado, el mayor Néstor Cepeda, comandante local, reportó calma, pero informó que ante la llamada insistente de la ciudadanía, hizo una revisión de los puntos informativos de algunos partidos, que se encontraban muy cerca de los puestos de votación. "Se les exigió que se trasladaran porque no estaban cumpliendo con los metros mínimos de distancia con las urnas", comentó.
A través de las redes sociales, ciudadanos de esa localidad denunciaban la llegada de buses con grupos de personas a las cuadras aledañas a los puestos. Sin embargo, las autoridades no lograron comprobar que provinieran de otros municipios.
El mismo tema fue materia de controversia en Itagüí, en donde cerca de 11.000 cédulas fueron retiradas de las listas de votantes. La Registraduría no pudo cambiar dicha situación.
Hubo polémica en Santa María, comuna 4 de ese municipio, porque muchos de sus habitantes habían inscrito su cédula en la Institución Educativa Marceliana Saldarriaga con el ánimo de votar por Andrés Felipe Herrera, del movimiento MIO, candidato a la JAL. "La sorpresa fue que la escuela figura como parte de la comuna 5, pese a estar en nuestro barrio, por lo que pocos pudieron votar por mí", aseguró Herrera.
Salvo por dicho inconveniente, no hubo problemas en Itagüí, en donde el potencial era de 216.313 votantes.
Sabaneta fue el municipio más pacífico del sur. Pese a la lluvia y a la baja participación, las 114 mesas habilitadas estuvieron atentas a los 43.396 votantes que podían sufragar.
En total, 467.805 ciudadanos, según la Registraduría, tuvieron la oportunidad de escoger a quienes llevarán las riendas en el sur.
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