Por estos días en los pasillos de la Institución Educativa Villas de Sol no se ven niños sino obreros. Desde el 23 de abril los estudiantes del centro, ubicado en el barrio Villas del Sol de Bello, debieron desalojar las instalaciones del colegio por problemas en su infraestructura.
La planta física, con tres años de construida, comenzó a evidenciar los problemas que terminaron representando un peligro para la integridad de la comunidad estudiantil.
El pasamanos del segundo piso se cayó dejando el vacío al descubierto, mientras que los otros permanecían agrietados. Un muro de uno de los salones, relata uno de los estudiantes, estaba completamente flojo, tanto que al tocarlo tambaleaba.
"Los profesores nos prohibieron recostarnos o acercarnos al muro", relata Jorge Chaverra, estudiante de séptimo grado.
Ante el riesgo, los directivos y la secretaría de educación de Bello tomaron la decisión de hacer un plan de emergencia. Los estudiantes fueron trasladados a la sede de la escuela, ubicada a unos pocos pasos de la nueva.
Debido a la poca capacidad de la sede provisional, los 2.000 estudiantes de ambas secciones se turnan actualmente los horarios de clase.
Para atender a toda la población se distribuyó de seis de la mañana a seis de la tarde los horarios de clase. Los 880 estudiantes de bachillerato asisten cuatro horas diarias, primaria dos y preescolar dos.
A la preocupación por el riesgo que puedan correr sus hijos en una infraestructura con fallas, se suma la del tiempo de estudio que sus hijos están perdiendo.
El secretario de Educación de Bello, Sergio Andrés Velásquez, dijo que el contratista asumió la responsabilidad de hacer las adecuaciones necesarias en la infraestructura para que no haya peligro al regreso de los estudiantes.
En Villas del Sol, ya llevan ocho días trabajando y de acuerdo con el secretario en una semana más estarán lista las reparaciones. Para el secretario la mejor decisión era trasladarlos mientras se hacían las adecuaciones a la edificación, sin embargo la idea es que no pierdan mucho tiempo de clases.
En caso de que el contratista no cumpla en el tiempo que estimó para los arreglos, se haría un plan de reubicación de los estudiantes en otros sectores o en casas o salones parroquiales que se podrían alquilar y adecuar con silletería para que los muchachos reciban las clases allí.
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