Pocas ciudades tienen una historia tan rica e interesante como Estambul. Por siglos fue importante fortaleza del Imperio Romano hasta cuando en el siglo III d. C. el emperador Constantino la convirtió en la capital del Imperio Oriental, dando su nombre a la ciudad. Comenzó entonces la era bizantina. En 1453, Constantinopla fue conquistada por el Sultán Mehmet II, quien la transformó en capital del Imperio Otomano y cambió su nombre a Estambul.
En la segunda década del siglo XX Ataturk terminó con el sultanato y estableció la República Turca. Estambul es el centro económico y cultural del país. Hoy, con aproximadamente 15 millones de habitantes, es un mosaico de las arquitecturas, culturas y razas que la han enriquecido.
En Estambul hay mucho para ver. La arquitectura bizantina tiene su más esplendorosa obra en la catedral de Santa Sofía, construida por el emperador Justiniano. Para rivalizar con esta magnífica obra, los sultanes musulmanes edificaron extraordinarias mezquitas, la más importante de ellas, la Mezquita Azul, con sus seis fabulosos minaretes. Coincidió nuestra visita con un día de las circuncisiones. Había cientos de niños, aproximadamente de 8 años, vestidos con el uniforme de gala de la guardia de los sultanes, como se usa para tan importante ocasión.
La visita al Palacio Topkapi, residencia de los sultanes otomanos por 400 años, toma un día; sus fabulosos mosaicos azules, fabricados en el pueblo de Iznik desde hace siglos, embellecen el "seraglio", zona reservada a las mujeres, y los demás palacetes que lo conforman. Otro día se va fácilmente en el Gran Bazar; el mercado antiguo más grande que existe. Allí hay de todo: alfombras, lámparas, cerámicas, joyas, dulces, frutas secas, especies y perfumes. Allí se pueden pasar horas tomando té y negociando alegremente hasta llegar al precio deseado.
Los personajes que han vivido en esta ciudad son tan interesantes y variados, que es imposible hablar de ellos en esta corta columna; para los gomosos de la historia, en mi caso femenina, recomiendo hacer una investigación sobre la Emperatriz Teodora, bailarina de circo, que llegó a ser la esposa del Emperador Justiniano y fue inmortalizada en los mosaicos dorados de Santa Sofía, y sobre Roxana, la poderosa y maléfica esposa del Sultán Suleyman el Magnífico.
Estambul es una ciudad localizada en dos continentes, parte en Europa, parte en Asia; es una ciudad marítima con costas sobre el Marmara y el Bósforo. La parte monumental antigua está separada de la más moderna por un brazo del mar llamado Cuerno de Oro. Es una ciudad con toda clase de transportes, tranvía, troleé, buses, funicular, metro y ferris. Si le gusta el pescado, el cordero, las verduras y las frutas, la comida será de su gusto. En Estambul todo sorprende, en especial la amabilidad de sus gentes.
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