Consciente de que su función es mirar más allá y analizar las victorias con el mismo rigor de las derrotas, el técnico José Pekerman reconoció ayer que su gran desafío será “seguir trabajando seriamente y convencer al grupo de que todavía falta mucho, porque el equipo sigue en construcción”.
Ante la prensa el estratega argentino no pudo ocultar la felicidad que le generó el triunfo 2-0 sobre el colero Paraguay, pero también invitó a la mesura diciendo “estos puntos te acercan al Mundial, pero no te aseguran nada, porque vendrá un año diferente y más duro por los cambios y el fortalecimiento de los demás”.
Ser el artífice de que el combinado patrio haya vuelto a ganar tres partidos seguidos en la Eliminatoria luego de 15 años (lo hizo dos veces en 1997, una fue con los triunfos 3-1 sobre Uruguay, 4-1 frente a Chile, en Barranquilla, y 1-0 ante Ecuador en Quito) y que haya quedado a cuatro triunfos de ir a Brasil-2014 tampoco le dieron motivos a Pekerman para sentirse protagonista.
Prefirió resaltar que “el juego frente a Paraguay, un rival tan difícil como no lo habíamos imaginado, se sacó adelante por la capacidad de todos los futbolistas, quienes mostraron un nivel”.
Para Pekerman las variantes también tuvieron una incidencia directa en la quinta victoria en el clasificatorio hacia la Copa Mundo, advirtiendo que “cuando se juega de favoritos se generan dificultades y toca asumir más riesgos”.
El técnico de Colombia terminó satisfecho con la presentación, pero para evitar excesos de confianza les aconsejó a los jugadores “no dormirse en los laureles por estos 16 puntos y pensar en ratificar lo que tienen” y le pidió a la afición confiar “en nosotros, porque siempre queremos lo mejor para Colombia”.
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